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Las frases con humor para el día de la madre. Te proponemos algunas frases graciosas para que felicites a tu madre con mucho sentido del humor en su día más especial.
El próximo 4 de mayo es la fecha en que se celebra el Día de la Madre, una jornada de lo más especial para todas las madres del mundo, ya que como manda la tradición, sus hijos les agradecen ser como son con regalos especiales.
Entre ellos podemos elegir infinidad que seguro le encantarán, y mucho más viniendo de las personas más especiales de su vida, como viajes, perfumes, flores, etc., pero si quieres ser algo más original, puedes optar por ponerle un toque de humor con algún tipo de chiste o frase graciosa que puedes imprimir o escribir en tu tarjeta de felicitación, que puedes sustituir por las dedicatorias más emotivas.
Hemos elegido algunas frases que todos hemos oído en alguna que otra ocasión por parte de nuestras madres, con las que nos han enseñado muchas facetas de la vida y que seguro nunca olvidaremos, sobre todo cuando las oigamos o las hayamos oído en nuestra boca diciéndoselas a nuestros propios hijos.
Algunas de nuestras favoritas son sin duda las que muchas madres han repetido cuando sus hijos se pelean entre ellos: “Si os vais a matar hacerlo fuera, que acabo de limpiar”, además de “Como sigáis así os mando uno a Cádiz y otro a La Coruña”, y cómo olvidar el momento en que ya no pueden más y ni siquiera les salen las palabras: “No me… No me… Que te… Que te…”
Las madres también nos han enseñado que nuestras excusas a veces no valían para nada con frases como: “Ni es que, ni es co”, que tienen razón por encima de todo: “¡Porque yo lo digo, y punto!”, que en ocasiones no había más opción: “Te bañas, o te bañas” y que hay que comer de todo por muy poco que nos guste: “Te vas a quedar ahí sentado hasta que te lo comas todo”.
Seguro que si incluyes alguna de estas frases durante el Día de la Madre junto a tu regalo más especial, además de partirse de la risa, reconocerá haber dicho en más de una ocasión muchas de ellas, y tú tendrás que reconocer haber provocado estas reacciones tan graciosas y que en su día te hicieron pasarlo algo mal.
