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Los Smart Phones se han convertido en algo imprescindible para nuestro día a día. Integran todo tipo de aplicaciones que nos permiten agilizar el trabajo y optimizar el tiempo a unos niveles sin precedentes: podemos leer el periódico, revisar el correo e incluso enviar el trabajo justo en el momento necesario. Además, también nos dan la oportunidad tanto de estar accesibles en todo momento como de entretenernos, especialmente con el auge de los servicios de mensajería instantánea y la aparición de las redes sociales. Pero no todo son buenas noticias, ya que las ventajas de las que presume constituyen un arma de doble filo. Por un lado conseguimos organizarnos y divertirnos, pero por el otro nos hace ser dependientes, recurriendo a él, a veces, sin necesidad de hacerlo. ¿Quieres saber si eres una adicta a tu Smart Phone? Aquí te mostramos 10 razones que demuestran cuándo te has convertido en una.
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Lo primero y lo último que ves
Que lo primero que hagas al despertarte sea mirar el móvil es un claro indicador de que puede existir cierta adicción. Puede ser que la curiosidad que te mueve a revisarlo al principio del día se deba a que piensas que quizá haya ocurrido algo realmente importante mientras dormías, pero por lo general nunca va a ser así. Por otro lado, también puede ser que duermas casi abrazada a tu Smart Phone, lo cual muestra una dependencia absoluta.
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Caminas mientras escribes
¿Alguna vez has caminado mirando el móvil? Seguro que no le has dado mucha importancia, pero el hecho de que elijas prestarle atención al Smart Phone en lugar de a tu entorno no sólo muestra que no puedes pasar ni un minuto sin él, sino que aumentas brutalmente la posibilidad de sufrir accidentes.
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Miras el móvil en clase o en el trabajo
Te has convertido en toda una ninja tecnológica y cada despiste de tu jefe o profesor es perfecto para echar una miradita. Al principio puede ser divertido, pero si cometemos el grave error de convertirlo en algo habitual obtendremos más de una bronca como mínimo.
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Es lo único que nunca olvidas
Típico que salgas a la calle y descubras que has olvidado las llaves, la cartera o ese papel tan importante que debías llevar hoy al trabajo, y es que no has dejado la cabeza en casa de milagro. Eso sí, el móvil está perfectamente guardado en el bolsillo, siendo el único objeto que nunca has olvidado cuando vas a salir a cualquier parte. ¡Algo bueno debía tener!
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Sientes ansiedad cuando se queda sin batería
¿El móvil se te ha quedado sin batería y estás empezando a sentir cierto nerviosismo? La relación de dependencia que guardas con él hace que estés ansiosa cuando no lo tienes, igual que ocurre con otras adicciones como el tabaco. Confiesa que simplemente verlo encendido te hace sentir más segura, será el primer paso para solucionarlo.
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Necesitas actualizar siempre tus redes sociales
Las redes sociales influyen muchísimo en cuanto al tiempo empleado en los Smart Phones. Querer actualizar constantemente tu perfil o subir fotos de todo lo que haces consume una cantidad horas muy elevada. Pero no sólo eso, sino que también favorece el aislamiento social y fomenta las relaciones digitales, dejando a un lado el hablar cara a cara.
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Se ha convertido en una costumbre
No tienes notificaciones, no te ha llamado nadie y realmente no tienes nada que buscar, pero aun así lo miras. Esto se ha convertido en un acto casi reflejo para ti y cualquier momento es bueno para echar un vistazo. Lo peor de todo es que a veces lo haces sin darte cuenta, y eso sólo recalca tu adicción.
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Cada vez hablas menos con tus seres queridos
Es muy típico encontrar a dos personas juntas que no hablan entre sí y que están teniendo una conversación con otras personas desde sus Smart Phones. Este es una de las mayores transformaciones sociales que está generando este objeto, y es que está cambiando la forma en la que nos relacionamos: se está dejando a un lado el diálogo presencial, lo que es un gran error al ser un componente absolutamente necesario para la correcta salud psicológica. Además, es una de las principales causas del deterioro de la vida íntima.
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Inviertes mucho dinero en Smart Phones de última generación
En principio esto puede entenderse como algo normal para aquellas personas amantes de la tecnología, pero gastarte demasiado dinero cada vez que sale a la venta un nuevo Smart Phone para hacer mejores fotos y subirlo a las redes sociales no es para nada saludable. Además, es un gasto innecesario, ya que con ese dinero puedes comprar otros productos tan atractivos como un viaje inolvidable a un destino paradisíaco. Aunque, eso sí, dejando a un lado la pantalla.
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Has pensado en dejarlo… pero no lo has hecho
Quizá hayas detectado que cumples todos los requisitos para ser una adicta al móvil. Esto te hace darte cuenta de empleas en él demasiado tiempo y no prestas la atención suficiente a tus seres queridos, por lo que te propones dejarlo a un lado. Por supuesto, demuestras que eres capaz de pasar todo un día sin él, pero al día siguiente vuelves a utilizarlo como habitualmente lo hacías alegando que puedes dejarlo cuando quieras y que “está todo controlado”. ¡Y vuelta a empezar!
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