Embarazo psicológico en mascotas: ¿Qué hacer?

Las mujeres no somos las únicas que podemos sufrir un embarazo psicológico, sino que también puede darse en nuestras mascotas. De hecho, la frecuencia en la que se da en perros y gatos es muy superior a la tasa humana, por lo que se convierte en un problema que, muy probablemente, deberá afrontar nuestra amiga de cuatro patas. Te contamos qué hacer ante el embarazo psicológico en mascotas.

¿Qué es el embarazo psicológico en mascotas?
El embarazo psicológico en mascotas es, como su nombre indica, el convencimiento del animal de que está embarazada cuando en realidad no es así. Sus principales síntomas son:

  • Abdomen inflamado.
  • Aumento del tamaño de las mamas.
  • Producción de leche.
  • Inquietud o nerviosismo.
  • Llantos.
  • Conductas anómalas, como tratar a los juguetes como sus hijos.

Causas del embarazo psicológico en mascotas
Los embarazos psicológicos en mascotas suelen darse con una frecuencia relativamente alta, lo cual tiene una explicación científica. Muchos estudios apuntan que la causa directa proviene del ADN. Es decir, se trata de un mecanismo de supervivencia que permite a las hembras hacerse cargo de una camada en caso de que la madre biológica de los cachorros haya muerto.

¿Qué hacer si nuestra mascota sufre un embarazo psicológico?

  1. Esterilizarla.
    Antes de que el problema llegue a darse podemos prevenirlo esterilizando a nuestra mascota. Los embarazos psicológicos suelen darse unos días después de finalizar el celo, por lo que al eliminarlo de raíz le evitaras el tener que afrontar un estado tan incómodo.
  2. Esconder sus juguetes.
    Uno de los síntomas más notorios del embarazo psicológico es que tu mascota comenzará a tratar a sus juguetes como si fueran sus hijos. Lo primero que debes hacer en ese momento es esconderlos cuando ella no mire para intentar que los olvide y, así, ayudarla a superarlo. Por supuesto, los primeros días serán un tanto difíciles, por lo que deberás tener paciencia cuando los busque por todas partes y llore cuando no los encuentre.
  3. Evitar que se lama.
    Mientras pertenezca en este estado, tu mascota tenderá a lamerse las mamas más de lo habitual. Esto hace que se estimule la producción de leche, por lo que deberás evitar que lo haga en la medida de lo posible.
  4. Prestarle atención.
    Como imaginarás, afrontar un embarazo psicológico es muy duro y la recuperación es lenta. Por ello, deberás dedicar tiempo a tu mascota para que no se sienta sola y, claro está, darle muchos mimos para que pronto vuelva a ser ella misma.
  5. Más ejercicio.
    Cuando se sienta un poco más alegre, anímate a sacarla a pasear más de lo habitual para que consiga despejarse y gastar energías. Con esto harás que el tiempo de la recuperación se le pase más rápido.
  6. Acudir al veterinario.
    Cada animal es un mundo y, aunque estos consejos suelen ser efectivos, puede ser que no surtan efecto en tu mascota. Si nada de lo anteriormente recomendado funciona, va a ser preciso que acudas a tu veterinario para que te indique qué debes hacer en tu caso concreto. De hecho, hay ocasiones en las que se ha de dar un tratamiento específico para eliminar el nerviosismo y detener la producción de leche.
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