Uno de los mejores momentos tanto para las mujeres trabajadoras como para las mamás es cuando podemos tumbarnos tranquilamente en nuestra cama y relajarnos después de un día agotador. Muchas veces nos centramos en buscar un buen colchón que nos proporcione un descanso reparador, pero solemos dejar de lado un elemento fundamental: las sábanas. Si quieres aprender a escoger correctamente, no te pierdas las cosas que debes saber sobre la calidad de las sábanas.
Cómo conocer la calidad de las sábanas
Aunque pueda parecer sencillo, elegir unas sábanas adecuadas no es una decisión que debamos tomar a la ligera, ya que son un producto que vamos a estar utilizando durante varios años. Por ello es imprescindible conocer lo básico para diferenciar unas de alta calidad de otras que nos harán tirar el dinero a la basura. Te contamos lo que debes tener en cuenta.
- El precio no lo es todo.
Tenemos asumido que un producto caro es sinónimo de alta calidad, pero no siempre es así. Muchas veces depende únicamente de la marca en cuestión y no de los materiales utilizados, por lo que la calidad es un aspecto diferente al económico. Por supuesto, esto no es una ley universal. Es decir, pueden darse casos en los que ese precio más elevado indique un mayor esmero en otros aspectos. - Número de hilos.
Normalmente relacionamos la fabricación en la que se utiliza un mayor número de hilos con una mayor calidad, pero esto no siempre se da. Lo que sí es cierto es que como mínimo una sábana deberá tener 200 hilos, y la forma más sencilla de comprobarlo es mirando sus características en el paquete. Lo habitual es encontrarlas de entre 350 y 500, siendo las cifras superiores unos productos que, si bien pueden ser de buena calidad, no siempre dan el resultado esperado. - El secreto está en el tejido.
Podemos encontrar sábanas de diferentes tejidos, como puede ser el algodón común, el algodón egipcio, el algodón-poliéster… No obstante, el percal es el mejor tejido sin lugar a dudas. No solo es capaz de darnos frescura en verano, sino que también será capaz de resguardarnos del frío en invierno gracias a que permite una mejor circulación del aire.
Otro de los mejores tejidos que compiten por el primer puesto es la seda y, más concretamente, la seda de mora. Este material es capaz de dar a nuestra habitación un aire muy lujoso a la par que nos asegura estar utilizando un producto natural y apto para todo tipo de personas. Además, no acumula ácaros y es especialmente resistente.
Por otro lado, nuestra más sincera recomendación es que no te decantes por la franela, ya que es muy agradable en invierno, pero tiende a ser molesta en los meses más calurosos. - No mires las arrugas.
Algunas sábanas nos ofrecen la posibilidad de no tener que planchar, y es que entre sus características encontramos la de que están adaptadas para no arrugarse. Esto, que puede parecer una ventaja maravillosa, esconde tras de sí un proceso químico añadido que va a atraer a nuestro cuerpo ciertas sustancias adicionales, lo que no nos hace ningún favor. Así pues, te sugerimos que los productos que escojas siempre estén libres de químicos innecesarios. - Determina su procedencia.
Cada país y cada región están especializados en la producción de ciertos artículos, ya que generalmente por tradición se han dedicado a ese sector en concreto. Las sábanas pueden fabricarse en todo el mundo, pero está claro que su calidad nunca será mejor que la que puedan ofrecernos los expertos. En este caso, la procedencia de las sábanas de buena calidad suelen ser Francia e Italia.
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