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Si tenemos una mascota en casa, tan importante como sus hábitos de alimentación son sus hábitos de higiene. ¿Cómo lavar adecuadamente al gato? Hay que tener en cuenta que el pelo del gato necesitará también unos cuidados especiales, en función de razas y de tipo de pelo (largo, corto…). Para ello, el baño debe incluir también el cepillado del pelo. Vamos a ver, a continuación, algunos consejos útiles para que nuestro gato luzca un pelo brillante y bonito. [/multipage]
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1. Cepillar el pelo
El primer paso es cepillar el pelo del gato, con un cepillo ergonómico y lavable. Si tiene el pelo largo, es aconsejable cepillarlo todos los días; si lo tiene corto, un par de veces a la semana. De esta forma, su pelo se mantendrá limpio por más tiempo y, sobre todo, evitaremos la aparición de nudos y pelos sueltos que puede tragarse y provocar problemas intestinales. El cepillado permite controlar si hay pulgas. [/multipage]
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2. La hora del baño
A los gatos no les gusta demasiado el agua, pero el baño es esencial para evitar infecciones. Teniendo en cuenta que para ellos supone un mal trago, lo mejor es bañarles solo cuando sea necesario. El agua debe estar a una temperatura próxima a la del cuerpo del gato, en torno a los 38,5 grados. Antes de bañarlo, juega con él con una toalla humedecida. Evita rociar el agua encima y secarlo con una toalla suave. [/multipage]
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3. Utilizar productos naturales
Lo mejor es evitar utilizar los productos que contienen sustancias químicas, ya que pueden irritar su piel. La opción más aconsejable son los champús a base de hierbas. De manera alternativa, y como truco casero, se puede diluir una cucharada de vinagre de sidra de manzana en medio litro de agua. O, al final del baño, añadir unas gotas de aceite esencial de geranio o lavanda, para perfumar el pelo de la mascota. [/multipage]
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4. Limpiar ojos, oídos y nariz
Para la limpieza de ojos, oídos y nariz utilizar soluciones específicas y una gasa estéril. Otra opción son los remedios naturales. Por ejemplo, para los ojos, podemos preparar agua con una cucharadita de sal, dejar enfriar antes de aplicar. Para las orejas, se puede diluir unas gotas de tintura de caléndula en la mitad de una cucharadita de aceite de oliva y masajear con un algodón. Para la nariz, basta un simple pañuelo humedecido en agua tibia. [/multipage]