¿Has pensado alguna vez en hacer el Camino de Santiago….en bici? Pues es bien fácil. Los principales ingredientes que hacen falta para realizarlo son «ilusión» y «tiempo» , si dispones de esas dos cosas nada ni nadie nos podrá parar. Pero mucha atención, no es lo mismo estar acostumbrado a andar en bicicleta en asfalto que ir cumpliendo una a una las etapas de un camino que transcurre en buena parte por caminos de piedras y constantes subidas y bajadas. A continuación te damos unos consejos.
Sin dudarlo puedo asegurar que el camino de Santiago ( el camino Francés) es el camino por antonomasia. En esta ruta se aúnan todos los condicionantes que hacen que el realizarlo sea una experiencia inolvidable. En el caso del Camino Francés son 760 kilómetros (27 más si se empieza en San Juan de Pied de Port); el Camino Aragonés discurre durante 820 kilómetros. La ruta primitiva es relativamente corta, son aproximadamente 315 kilómetros. Lo ideal es hacer menos kilómetros por etapa pero a ser posible por camino. En líneas generales es un recorrido técnico con continuas subidas y bajadas. Algunos tramos, por desgracia, hay que salvarlos por carretera.
El lugar elegido para pernoctar es otro de los factores que deben influir en la planificación de la ruta. A partir de las 8 de la tarde, los ciclistas tienen la misma preferencia en los albergues que los que van a pie. Esto es así porque si uno que va a pie llega a un albergue que está abarrotado se tendría que ir hasta el siguiente, que puede que esté a 10 ó 15 km. Esto le supondría 2 ó 3 horas más, pero a un ciclista sería media hora de pedaleo.
Un peregrino a pie hace una media de 5 kilómetros por hora. Una media asequible para un ciclista que recorra este camino podría estar entre los 11 y 13 kilómetros a la hora. Unas 5 horas de esfuerzo diario para completar 60 kilómetros.
A la hora de elegir tu indumentaria te recomendamos que selecciones ropa ajustada que ofrezca poca resistencia al aire; también es importante que no tenga nada flojo o suelto que pueda suponer un peligro para ti si llega a enredarse con las partes móviles de la bicicleta. Son recomendaciones que tienes que seguir al pie de la letra.
Sin duda, si unes la afición por la bicicleta, junto a la pasión de realizar el Camino de Santiago, puedes hacer el tándem perfecto para este verano.