¿Cuándo y por qué se cambia la hora en España? Te contamos todos los secretos del cambio al horario de primavera y los efectos que tiene en la vida diaria de los españoles.
Hace tan sólo unos días llegó la esperada primavera a nuestras vidas, y a pesar de que las temperaturas no le acompañen demasiado, ya hemos comenzado a notar que anochece más tarde y que los días son algo más largos, un tiempo que se irá ampliando hasta el próximo 21 de junio, el día con la noche más corta del año.
Pero sin lugar a dudas cuando más notaremos este cambio será durante la noche del sábado 29 al domingo 30 de marzo, cuando tendremos que cambiar nuestros relojes de las 2.00 de la madrugada hasta las 3.00 horas, por lo que el próximo domingo tendrá solamente 23 horas, algo que provocará una falta de sueño afectando al sistema inmunológico.
Fue Benjamin Franklin en 1784 el primero que se dio cuenta que en Francia ahorraban mucho más en velas, debido a que se levantaban más temprano y aprovechaban muchas más horas de luz solar, pero fue en Alemania donde comenzó a aplicarse este cambio horario en 1915, con el objetivo de ahorrar más carbón durante la guerra, una costumbre que se generalizó en todo el mundo tras la crisis de 1973, hasta ahora.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, en España el consumo eléctrico se reducirá en un 5%, lo que supone unos 300 millones de euros menos de gasto, sin embargo nuestro país se encuentra en una especie de ‘limbo’ en lo que se refiere a husos horarios, ya que cuando en 1884 se dividió el globo terráqueo en 24 husos, la Península Ibérica, en lugar de adoptar el horario de Inglaterra, Portugal o las Islas Canarias, se alineó con Centroeuropa, cuando en realidad tan sólo una pequeña parte del país pertenecería a este rango, más concretamente las zonas que se encuentran a la derecha del Meridiano de Greenwich.
Este caos por el que nuestro país llega a desfasarse hasta 2 horas del horario solar en primavera, ha llevado a que el Congreso solicite un cambio para adaptar a España a su horario real, que correspondería a una hora menos, además de existir una corriente que solicita adaptar nuestras costumbres a las vigentes en la Unión Europea.
Mientras todo esto se decide, los españoles tendremos que seguir intentando minimizar los efectos de adelantar el reloj en nuestra vida diaria, un cambio que puede parecer mínimo, pero que nuestro cuerpo puede llegar a notar en gran medida.
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