Amor sin fronteras: El mejor ejemplo de una relación interracial

El amor no entiende de colores. Esto es lo que han querido mostrarnos Gerry y Darwin, una pareja interracial de Estados Unidos. Con motivo de su 20º aniversario, la pareja ha querido mostrar al mundo entero cómo de naturales y bellas se ven dos figuras de distinto color cuando se unen. Ha sido Jade Beall la fotógrafa encargada de materializar este sueño.

Un amor interracial
Gerry y Darwin nunca entendieron por qué algunas personas no aceptaban a otras con una piel distinta. Realmente no sabían qué había de diferente en ello, ya que el interior de la persona era lo realmente valioso en cualquier caso. Hace ya 20 años desde que saltó la chispa del amor entre ellos, pero puede comprobarse rápidamente que a pesar de los años esta pareja está más unida que nunca.
La sesión se ha compuesto de varias fotografías en las que ambos posan desnudos, felices y entrelazados. La artista, que es especialista en este tipo de fotografías, se ha encargado de hacer que sus cuerpos brillaran pese a las imperfecciones propias de la edad. Con sus poses se observa que no están separados por la variación de tonos, sino que sus posturas indican que están especialmente unidos.
El resultado ha sido sencillamente admirable, y por eso mismo no se ha tardado demasiado tiempo en compartirlas. La propia fotógrafa ha querido mostrar el amor de ambos en su Instagram, donde ha querido dejar bien claro que la belleza es algo impuesto y que quiere romper con ello. Según afirma, todos los cuerpos humanos son hermosos, independientemente del color o la edad.

La fotógrafa escribía en otra de sus fotografías: “Me niego a aceptar la amplia difusión de la creencia (sobre todo occidental) en cuanto a lo que es hermoso, sobre todo cuando se trata de la vasija sagrada a la que llamamos nuestro cuerpo.
¿Por qué aceptamos creer que una cosa debe ser más hermosa que otra? ¿Por qué no podemos arropar el millón de billones de definiciones de lo que es bonito?
Lo divino: la piel que cubre, se extiende, decaimiento, arrugas y quemaduras construyen la espiral de Fibonacci en todos nuestros frágiles y fuertes huesos, hechos de la misma materia que las estrellas cuando se combinan para crear este fenómeno que viene a la vida durante un corto período de tiempo y que… cuerpos.
Muchos de mi entorno […] quieren venderme cosas que “ocultarán la evidencia de que me estoy haciendo mayor” […] Me vale cada vez menos que me digan que los cuerpos mayores son todo menos bonitos.
[…]
Estoy empezando una nueva serie sobre amores de más de 60 años porque deseo estar libre de las creencias impuestas”.

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