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Socializar con las amistades y hacer visitas a nuestros familiares para saber qué tal les va todo es indispensable para mantener los vínculos afectivos y mejorar nuestra salud mental. Sin embargo, a veces también necesitamos estar solas para dejar de sentir durante unas horas la presión que conlleva que nos puedan juzgar, de manera que seamos libres para hacer cualquier cosa que queramos. Te contamos las 10 cosas que nos encanta hacer cuando estamos solas.
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Cantar a pleno pulmón
Dicen que el que canta, sus penas espanta. No hay nada como quedarse sola en casa para cantar lo que te apetezca. No importa que desafines o que no te sepas la letra, te sientes totalmente libre al saber que no habrá nadie juzgándote.
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Bailar por toda la casa
La mítica escena de bailar mientras hacemos las tareas del hogar se torna una realidad cuando estamos solas. No importa lo que estés haciendo, siempre es un buen momento para poner música y moverte un poco.
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Mirarte al espejo
Los espejos son siempre nuestros fieles aliados para aprender a querernos tengamos el físico que tengamos, probar nuevos peinados o mejorar nuestro nivel de carisma hablando y practicando el lenguaje corporal. ¡Nadie podrá resistirse!
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Llamar por teléfono
Se acabó el que alguien te controle y te diga cada diez minutos que estás hablando demasiado. Llamas a tus amigas para poneros al día de todo lo que os ha ocurrido hasta entonces, sin tener que esconderte para contar temas íntimos. ¡Un lujo!
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Ir con ropa cómoda
Ir en ropa interior o con un pijama viejo es uno de los pequeños placeres de la vida. Arreglar tu pelo o maquillarte es algo totalmente secundario, por lo que te centras durante ese tiempo en disfrutar de una buena película o de hacer aquello que más te guste.
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Desahogarte
Las cosas no siempre salen como nos gustaría, por lo que es normal que a veces te sientas un poco agobiada o nerviosa de más. Desahogarte llorando o gritando es una de las mejores terapias, y es que cuando acabas te sientes totalmente renovada y con fuerzas para afrontar lo que se ponga por delante.
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Descansar de la gente
Aunque pueda resultar chocante, necesitamos descansar de estar con otras personas para pensar en nosotras mismas y reflexionar. Si además tienes un espacio vital pequeño o eres introvertida también lo requieres para alejarte un poco de las muestras afectuosas de cariño que, aunque te encanten, hacen que tu energía se agote más rápido.
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Mimar tu cuerpo
Los baños de burbujas con sales aromáticas y velas perfumadas son un remedio fantástico para aliviar el estrés y sentirte renovada. Cuando acabas te puedes seguir mimando con productos para sentir tu cuerpo suave e hidratado, como puede ser aplicando un poco de aceite de rosa mosqueta.
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Probar diferentes looks
¿A quién no le gusta verse guapa delante del espejo? Remover el armario y hacer nuevas combinaciones con nuestra ropa nos ahorra mucho tiempo a la hora de decidir qué ponernos. Además, puede ser el momento ideal para hacerte un selfie en el que salgas espectacular.
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Desconectar
Echarse en el sofá o la cama y disfrutar del silencio es algo indescriptible. No es necesario que llegues a dormirte, ya que simplemente estando tumbada te relajarás y tomarás las fuerzas necesarias. ¡Te mereces ese pequeño descanso!
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