En esta época es una de las costumbres más habituales en la cama. Mitos y realidades de dormir con calcetines: alguno te sorprenderá.
En invierno pocas sensaciones hay más placenteras que estar tumbado en la cama y tapado hasta la cabeza. Eso es así debido a que el frío, pese a ser una sensación molesta, permite la comodidad de ponerse todas las capas posibles para disfrutar del clima sin ningún tipo de problema. Una de las maneras de conseguir pasar esas gélidas noches invernales dentro de la cama es a través de dormir con calcetines en una costumbre que se está empezando a popularizar cada vez más.
Y partiendo de esa base podemos llegar a otra conclusión que tiene que ver con los diferentes mitos que se han ido formando como consecuencia de esta costumbre. En este post vamos a intentar desmontarlos o verificarlos en base a investigaciones científicas. Más que nada porque hay algunos aspectos donde un calcetín puede salvarte y ayudarte a mejorar en algunos aspectos de la vida y en otros directamente es un mito o algo completamente falso.
Dormir con calcetines y sus consecuencias
Es una costumbre que cada vez está empezando a popularizar y que tiene como consecuencia el hecho de provocar algunas preguntas durante la noche. El principal objetivo es calentar el cuerpo y que suba la temperatura para que no entre ese frío gélido invernal. Y aquí es donde entra lo más importante de todo que es en que ese calor se va primero por las extremidades y por la cabeza así que es una forma rápida de no perder ese confort.
Una de las cuestiones que ha nacido como consecuencia de dormir con calcetines es el hecho de que hay personas que afirman que ayuda a su vida sexual. Vamos a partir de una base muy clara y es que el hecho de estar con los pies tapados evidentemente da más calor y eso puede ayudar e incentivar en la situación y en el contexto. Se basa todo en el aumento de la temperatura puede provocar llegar al clímax, pero la realidad es que no hay ninguna evidencia científica así que todo es un mito.
Lo que no es un mito es el hecho de ayudar a conciliar el sueño. La realidad es que se han hecho estudios con personas que duermen con calcetines y otras que no y la estadística no engaña hasta el punto de que no suelen despertarse por la noche y tardan menos en dormirse que los que no llevan calcetines. Es decir, en invierno es mejor dormir de esta manera.