Un cinturón es mucho más que una banda elástica que afianza los pantalones. Te contamos su secreto.
Hace unos días hablábamos de la importancia capital que revestían loe zapatos en la vestimenta masculina a la hora de asistir a una boda. Elegir el cinturón perfecto es muy importante, en todas las ocasiones.
El cinturón no es menos relevante. Aunque no lo parezca, desempeña una función mucho más trascendental que la de afianzar los pantalones y evitar que se caigan. Forma parte de la estética general, de la impresión que el atuendo transmite y de la elegancia que se pretenda conseguir con su elección. Es por eso que resulta indispensable conocer las claves para tomar una buena decisión.
Una vez el caballero se ha asegurado de que el cinturón cumple la labor que le ha sido encomendada, entran en juego una serie de variables. La primera radica en el tipo de vestimenta que se desee lucir.
Si se opta por un outfit informal, el cinturón idóneo es aquel hecho de un material sintético distinto al cuero y generalmente de colores vivos. Suelen contar con una hebilla de chapa que puede cambiarse en función de los gustos del comprador.
Una vestimenta formal requerirá, por el contrario, un cinturón igualmente formal. Este suele estar hecho de cuero en su totalidad y presenta colores sobrios como el café, el negro o el azul marino. La chapa se sustituye por una hebilla abierta y sin ornamentos. Su esperanza de vida suele ser nayor que la de los informales, pues el cuero soporta mejor la fricción.
Escogido el tipo de vestimenta, lo siguiente que se debe contemplar es la talla, que siempre ha de ser un número superior a la del pantalón. Por tanto, si el pantalón es un 33, la talla del cinturón deberá ser un 34.
¿Ancho o estrecho?
También es importante el grosor del cinturón, que a su vez va aparejado nuevamente al tipo de vestimenta elegida. Un cinturón ancho permite lucir unos pantalones más holgados como unos vaqueros y, por tanto, también más informales. Si, por el contrario, se busca un aire de elegancia, lo ideal es apostar por uno estrecho, que se ciña adecuadamente a la cadera y que aporte un toque de sobriedad a un traje.
En cualquier caso, independientemente de cuál sea la vestimenta elegida, se debe comprobar que el cinturón está fabricado de piel genuina, como el cuero. Los materiales sintéticos resisten peor la fricción y el paso del tiempo y enseguida muestran signos de desgaste en su superficie.
Finalmente, el color del cinturón debe ser el mismo que el de los zapatos, generalmente marrones o negros. Una solución práctica pasaría por adquirir un cinturón reversible para salir deun apuro en caso de que hayamos salido de casa con prisa.
