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Charlene de Mónaco: deslumbra de blanco en la cena de gala tras el GP de Fórmula 1. Tras la celebración del GP de Fórmula 1 por el circuito urbano de Montecarlo, los Príncipes monegascos, Alberto de Mónaco y su esposa, Charlene Wittstock, presidieron la cena de gala en el Sporting Club, con el campeón de la carrera, Nico Rosberg. En esta ocasión, la Princesa eligió un elegante vestido blanco de Akris, con un original escote palabra de honor con pico, mientras que llevaba una sensual abertura en la pierna, eligiendo un clutch del mismo color y con unos potentes labios fucsias.
Ayer veíamos a la Princesa Charlene durante el GP de Montecarlo con un vestido rojo, muy chic, pero nos quedaba verla vestida de gala en la cena que organizaron en el Sporting Club de la capital monegasca, para celebrar la victoria de Nico Rosberg.
Para esta ocasión, la esposa de Alberto de Mónaco, se apuntó a la moda del blanco, que ha sido uno de los colores protagonistas en el último Festival de Cannes, como vimos con el modelo de Nicole Kidman en la última alfombra roja.
A pesar de ser ambos vestidos blancos y palabra de honor, no tenían nada que ver, porque el prominente escote que llevaba la actriz, se quedó reducido en el caso de Charlene de Mónaco, que aunque no era muy marcado, era de lo más original, puesto que no era recto, sino que terminaba en un pico.
Pero la parte más sensual de este modelo era la abertura que tenía en la falda este modelo de Akris, que llevaba el cuerpo ajustado, cayendo desde la cintura la falda, haciendo una forma de trapecio de lo más favorecedora, puesto que además hacía que sus hombros no destacaran tanto, al igualarse la silueta.
Como complementos, llevaba un clutch rígido de mano del mismo color, mientras que lo poco que vemos de los zapatos parecían en un color gris, aunque el vestido los tapa casi por completo.
Lo más llamativo de esto look de Charlene de Mónaco, era el maquillaje y el peinado elegido, puesto que en esta ocasión llevaba su pelo corto peinado hacia atrás, con un pequeño tupé en la parte delantera, que le daba un toque fresco a este estilismo, pero lo que más nos llamó la atención han sido los potentes labios que llevaba, nada de rouge, sino en un tono rosa fucsia, tirando a morado, que la sentaba realmente bien y que captaba toda la atención de su rostro, puesto que en los ojos solo llevaba muy marcadas las pestañas.
Parece que últimamente estamos viendo más apariciones públicas de Charlene Wittstock, ya que en una semana se ha paseado por el Festival de Cannes yendo a la fiesta organizada por Roberto Cavalli en su yate, y este fin de semana ha lucido su estilo en los eventos del GP de Fórmula 1 de Mónaco.