Viajar en tren con niños: consejos útiles

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Los viajes con niños conviene planificarlos con antelación, tanto si viajamos en coche como en tren o en avión. El motivo no es otro que evitar que la experiencia, en principio interesante, se convierta en una episodio de lo más estresante. Para evitar los contratiempos, vamos a ver algunos consejos que nos pueden ser de ayuda si vamos a emprender un viaje con los niños en tren. Viajar en tren puede ser una idea magnífica, un viaje sobre raíles, pero los movimientos, el calor y el aburrimiento pueden hacer hacer que los niños se sientan incómodos. Tomando por adelantado las debidas precauciones lograremos que el viaje resulte mucho más placentero.

Ventajas de viajar en tren
El tren es una opción interesante para viajar en familia, sobre todo a medida que los niños se hacen mayores. El tren aporta una mayor libertad de movimiento que el coche. Así, por ejemplo, los pequeños no se ven obligados a permanecer durante muchas horas seguidas en la misma posición, pudiendo tener un mínimo de libertad de acción y movimiento, por supuesto, siempre bajo la atenta mirada de mamá y papá.

En época de vacaciones, elegir el tren tiene un a ventaja añadida sobre el coche, y es la de evitar los atascos, ahorrando tiempo y dinero en gasolina. Además, desde los vagones del tren podremos disfrutar de unas buenas vistas, así como descubrir muchas de las pintorescas estaciones de ferrocarril que siguen quedando en muchos pueblos de nuestra geografía. Unas vistas que, para mantener la atención de los niños, podemos enriquecer con historias y explicaciones sobre los lugares por los que transita el recorrido del viaje. Una distracción agradable y educativa para los viajeros más jóvenes. Otra ventaja de viajar en tren es que puede resultar más económico. En función de la ruta y de la edad de los niños, podemos consultar los descuentos.

Posibles desventajas
No hay elección desprovista de algún inconveniente. Y lo mismo sucede con los viajes en tren cuando los niños son pequeños. Si nos toca un vagón o tren más antiguo, es posible que la zona del asiento o compartimento sea más reducida que en los trenes más modernos, lo que restará libertad de movimiento al niño. En estos casos, también podemos tener problemas para mover la silla de paseo y para guardar el equipaje.

Otro inconveniente puede ser la higiene, la cual no siempre está garantizada en todos los trenes. De hecho, estamos hablando de espacios públicos por los que transitan cientos de personas a diario, y no siempre se realiza una limpieza a fondo para eliminar todas las bacterias, capaces de esconderse en los lugares más insospechados.

Consejos útiles
Viajar con los niños no debe ser obstáculo para disfrutar de un viaje en tren. Tan solo se trata de planificar con antelación el viaje (comprando los billetes, planificando el destino y llevando en el equipaje de mano todo lo necesario) y durante el viaje prestar atención a los niños para que no se aburran o se comportan indebidamente, molestando a otros viajeros.

Entre los consejos cuando se viaja con niños, incluidos los viajes en tren, está el de llevar el que podríamos llamar el kit de supervivencia contra el aburrimiento y para hacer del viaje una experiencia única. Así, debemos incluir agua y otras bebidas, aperitivos como galletas, manzanas, zumos de frutas, colines…; medicamentos de primeros auxilios, una selección de juegos y pasatiempos para entretener al niño y almohadas para su descanso, si se trata de viajes largos.

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