Es una época de resfriados y malestar en niños. Usa estos trucos y conseguirás evitar catarros en los más pequeños
El invierno es una época que está básicamente ligado al frío. Es algo lógico porque implica que este lado del planeta Tierra esté más alejado del Sol. Esas bajas temperaturas suelen ir ligadas también a enfermedades de carácter respiratoria con un aumento considerable de resfriados y catarros entre la población general. No obstante, los que más suelen verse más afectados en líneas generales por este tipo de dolencias son precisamente los más pequeños y hay más de un motivo que ejemplifica esto y que tiene que ver con aspectos muy considerables.
En este post vamos precisamente hablar de esos catarros que suelen ir ligados a los más pequeños sobre todo en estas épocas donde el frío impera por encima del resto. Hay una serie de trucos que pueden ayudar no solo a evitarlos sino también a combatirlos de una manera lo óptima posible. Y es que hay que valorar que existen más de 200 tipos de virus distintos que pueden atacar a todos los niños siendo y habiendo un pico muy alto de contagios sobre todo en esta época, algo que se puede llegar a paliar de muchas maneras y cuyo objetivo es precisamente ese.
Evitar contagios y catarros en los más pequeños
Evidentemente, no todo puede funcionar en la misma forma dependiendo de quien sea el niño afectado, pero hay que tener en cuenta que se puede llegar a extrapolar de muchas maneras este factor provocando que de una u otra forma se pueda llegar a la conclusión de que es posible prevenir cuadros de catarros en niños. La labor del adulto aquí es esencial porque es el que tiene que tener en cuenta la forma de poder evitarlo. Esto es importante porque hay un 35% del total que puede formar parte de un absentismo escolar como consecuencia de los contagios.
Tomando esto como referencia, un truco importante tiene que ver con la higiene personal y es que los niños suelen estar en contacto con gérmenes y jugar con cosas de sus compañeros, si se lavan las manos y usan los pañuelos se evitarán contagiar. También hay que establecer alguna buena rutina de sueño y evitar los famosos remedios milagrosos. El descanso debe estar entre las 10 y las 13 horas hasta los 5 años, entre las 9 y las 12 horas hasta los 12 y un mínimo de 8 horas hasta los 18 años. También hay que escoger la ropa adecuada para cada ocasión e incorporar vitaminas, minerales y nutrientes en nuestra dieta diaria, además de confiar siempre las recomendaciones del pediatra.
