La relación entre uniforme escolar y sexismo visibiliza una norma que a través de la imposición de la vestimenta reproduce estereotipos sexistas. De igual manera que los estereotipos de género se han eliminado de los libros de texto o de la literatura infantil, ¿por qué no trasladar el debate a los uniformes escolares únicos?
Los niños pantalón y las niñas falda, una norma considerada sexista porque restringe la libertad de las niñas para escoger si quieren llevar falda o pantalón. El debate no cuestiona las ventajas del uniforme escolar, desde ahorrar tiempo a los padres a la hora de vestir a los niños para el colegio como evitar que compitan por las marcas de ropa, sino el uso como vehículo para transmitir connotaciones de género.
Uniforme escolar y sexismo: ¿la falda es sexista?
Uno de los argumentos para pedir un uniforme único en los colegios concertados y privados es que la falda del uniforme del colegio limita los movimientos de las niñas a la hora de participar en determinadas actividades, juegos o deportes (ante el riesgo de dejar al aire su ropa interior). La falda puede resultar también incómoda en los meses de frío.
Los defensores del uniforme único o unisex no solo mantienen que la falda para las niñas es sexista, sino que hay otros complementos de los uniformes escolares que también marcan diferencias de roles, desde los zapatos a la corbata para ellos o los lazos en el pelo para ellas. El uniforme formaría parte de lo que en pedagogía se conoce como currículum oculto de género, valores sexistas que se transmiten en ocasiones sin detenerse a reflexionar demasiado en ello. Los mismos valores que pueden transmitir los mensajes de los personajes de los cuentos o de las series de televisión o los juguetes sexistas.
Las asociaciones feministas subrayan que la falda del uniforme escolar transmite a las niñas el mensaje de que su género las limita, siendo también responsabilidad de la escuela educar en valores. Una sentencia del Tribunal Supremo, dictada en 2011, determinó que imponer a las mujeres la obligatoriedad de llevar falda en el trabajo es discriminatorio. ¿Es extensivo al ámbito escolar?
Romper las barreras e impulsar la igualdad de género pasa por adoptar cambios en normas que hasta no hace tanto, como los uniformes escolares, parecían inamovibles. De hecho, la ropa de los niños se ha convertido en una herramienta para favorecer de entrada el debate, y el mejor ejemplo lo encontramos en las marcas que apuestas por la ropa unisex, sin distinciones de género en las etiquetas.