Ya hemos decidido ser madres e incluso hemos dado el maravilloso paso que nos ha permitido tener en brazos a nuestro pequeño. Pero cuando ya ha pasado cierto tiempo no podemos evitar que venga a nosotras la misma duda: ¿qué es mejor, un hijo o varios? Te contamos los pros y los contras de cada opción para que puedas pensarlo tranquilamente teniendo en cuenta tu situación y tus preferencias.
Un hijo
Si sueles decir en voz alta que sólo quieres tener un hijo, probablemente alguien ya haya mostrado su descontento y te haya acusado por no permitirle a tu pequeño saber lo que es tener un hermanito con el que jugar y compartir cosas. Este acto tan intrusivo y que puede parecer que no va a repetirse con mucha frecuencia es más habitual de lo que crees, y es una de las desventajas que tiene. Por supuesto, y aunque nos duela, lo que dicen es totalmente cierto. Las desventajas de tener hijo único es que no tendrá alguien tan cercano de su edad junto al que crecer y compartir fantásticos recuerdos y trastadas que suelan hacer. Además, no tendrá la misma facilidad para aprender realmente en qué consiste la responsabilidad respecto a otra persona.
Pero no todo es negativo, y es que tener un solo hijo trae grandes ventajas. En primer lugar, todas las atenciones van al pequeño y los padres pueden centrarse enteramente en su correcta educación. Puede que algunas personas afirmen que se vuelven egocéntricos, pero eso sólo depende de la educación recibida. Por lo general, a lo que aprenden es a ser más independientes y a ser más sociables para compartir todas esas experiencias con sus amigos. Además, también entra en juego el gran ahorro tanto económico como en cuanto al tiempo que supone tener un solo hijo, pudiendo ofrecerle las mejores oportunidades.
Varios hijos
Aunque tradicionalmente se piense que a mayor número de individuos en una familia equivale a una mayor felicidad, no siempre es así. De hecho, una reciente investigación ha llegado a afirmar que cuantos más hijos tenemos, menor es la atención que podemos ofrecerles a cada uno de ellos por separado, por lo que pueden llegar a sufrir problemas de conducta o, incluso, derivar en estrés y depresión. Pero el estrés no sólo va para los niños sino también para los padres al no tener tanto tiempo para ocuparse de todos ellos y tener que trabajar mucho para hacer frente al gasto económico.
Por supuesto, las ventajas son que el niño crece a nivel personal al tener que convivir con otros niños de edades similares. Aprende a compartir, a discutir, a perdonar, a defender, a asimilar lo que el resto le muestra… y siempre tiene a alguien a su lado apoyándole, con todas consecuencias que ello genera.
Recomendaciones
Cada familia es un mundo y antes de tomar una decisión debes observarte tanto a ti como a tu pareja y tu hijo. Si quieres traer al mundo a otro niño y puedes permitirte monetariamente y en tiempo el tener otro hijo, no lo dudes y adelante. Si por el contrario tienes ciertos problemas económicos o un estilo de vida más dinámico que no te permite dedicar tantísimo tiempo o que, incluso, no quieras pasar de nuevo por la experiencia del parto, quédate con tu pequeño. Lo importante no es el número de hijos que tengas, sino lo felices que seáis juntos.