Los tics en niños son especialmente comunes entre los 6 y los 10 años, siendo en la mayoría de los casos pasajeros y desapareciendo de manera espontánea, tal y como aparecen.
En forma de gestos, sonidos o ruidos, los tics son movimientos involuntarios, repetitivos y cortos, de los músculos esqueléticos o faringo-laríngeos. Parpadeo rápido y continuado, guiños, giro de cabeza hacia un mismo lado, muecas o el repetir palabras son algunos de los tics infantiles más comunes.
Tipos de tics en la infancia
Los tics en la infancia pueden adoptar diferentes formas e, incluso, evolucionar y variar en su localización e intensidad. La aparición de los tics también se relaciona con la timidez infantil. Los tics, más comunes en los niños que en las niñas, se pueden dividir en:
- Tic motor simple: Implica un único músculo o grupo muscular (parpadeo, encogimiento de hombros…).
- Tic motor complejo: El movimiento implica varios grupos musculares (gestos con las manos o la cabeza, expresiones faciales…).
- Tic fónico: Vocalizaciones, ruidos simples o lenguaje articulado.
Los tics también se pueden clasificar en función de su duración:
- Tic pasajero: Desaparece en el transcurso de un año.
- Tic crónico: Persiste más de un año. En estos casos conviene consultar al médico ya que los tics infantiles pueden estar asociados con trastornos como el síndrome de Gilles de la Tourette, y que suele requerir tratamiento farmacológico.
Tics en niños, ¿qué hacer?
- Tratar de no darle una importancia exagerada ni castigar o reprender al niño para que controle el tic, ya que solo lograremos que se ponga nervioso y tienda a hacerlo con más frecuencia.
- Como padres hay que mantener la calma, tener paciencia y explicar al niño que se trata de algo pasajero y benigno, ya de que esta manera se sentirá comprendido.
- Identificar las situaciones en las que produce el tic y tratar de evitarlas, por ejemplo, las situaciones que generan estrés o rabietas en los niños.
- Tratar de distraer su atención en los momentos en los que tiende a repetir el tic.
- Reforzar sus habilidades proponiéndole actividades que le hagan sentirse más valorado. Los tics se reducen al hacer actividades relajantes y durante el descanso.
- Observar la evolución de los tics y si persisten o se vuelven demasiado recurrentes es importante hablar con el médico o especialista ya que pueden esconder otros trastornos como depresión, trastornos del sueño, dificultades de aprendizaje o déficit de atención con hiperactividad.
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