Sueño del bebé: ¿es bueno llevar una rutina?

bebe dormido
Sueño del bebé: ¿es bueno llevar una rutina? El que un bebé duerma y descanse bien es fundamental para su desarrollo y crecimiento. Por ello, es conveniente establecer rutinas en su día a día, para que el niño sepa qué es lo que viene después de cada actividad. Es recomendable comenzar cuando ya alcanza las seis u ocho semanas de edad y mantener una constancia cada noche. Esto le ayudará a relajarse y a dormir más tranquilo, además, conseguirás que según vaya creciendo, aprenda cuál es la hora de acostarse y lo haga por sí mismo.

Cada noche es recomendable acostar a los niños siempre a una hora temprana y a la misma cada día. Si tú no te encuentras en casa, es bueno hacérselo saber al resto de familiares o cuidadores que se encargan del bebé. Si no se sigue una rutina es posible que el niño padezca de insomnio, por ello, hay que saber cómo prevenirlo.
 

Cada madre o padre tiene sus propios métodos para conseguir que el bebé duerma. Pero nosotros te ofrecemos algunos consejos que harán mucho más fácil esta tarea.

  • Bañarlos antes de acostarlos les ayuda a relajarse y a dormir más a gusto. El agua caliente les sirve para liberar tensiones. Puedes incluso meterte en el baño con él y jugar un rato, eso sí, evitando que se quede frío.
  • En el momento de acostarlos, es bueno que se acostumbren a seguir unas rutinas en su propia habitación. Han de ver que es un sitio agradable y tienen que sentirse cómodos. En este caso, también es importante saber elegir la mejor cuna para tu bebé, con un buen colchón y la seguridad adecuada para evitar disgustos.
  • Ponerles el pijama y enseñarles a que se lo pongan ellos mismos cuando son más mayores, es otro de los pasos a seguir antes de dormir.
  • Contarles un cuento, cantarles una nana o jugar un poco con ellos en la cuna o cama, son otras de las opciones que prefieren los más pequeños.

Aunque al principio es difícil, hay que conseguir que el niño poco a poco se acostumbre a estas rutinas y a dormir solo. Es normal que llore al principio, no es malo dejarle que se desahogue un poco, al contario, si hacemos caso constante a sus súplicas le estaremos mal enseñando. Al final será él mismo el que se acabe durmiendo por agotamiento.

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