Síntomas del autismo en los niños: Cómo detectarlo a tiempo

El autismo, o Trastorno del Espectro del Autismo, es el trastorno del desarrollo de determinadas funciones psicológicas, caracterizándose de manera especial por las dificultades en las relaciones sociales, en la comunicación, y por conductas repetitivas y rutinarias. Hoy en día, y gracias a los avances en investigación y detección precoz del autismo, es posible detectarlo antes de los 2 años de edad, ya que como señalan los expertos las primeras señales se pueden observar en los primeros meses de nacimiento.

El autismo puede manifestarse solo con algunos de sus rasgos, denominándose en estos casos trastorno del espectro autista, presente según datos médicos en un 1% de la población, y grupo en el que también se incluye el síndrome de Asperger.

Causas del autismo

La ciencia sigue buscando las respuestas definitivas a las causas del autismo, si bien los avances han sido importantes y, a día de hoy, se sabe que están implicados algunos genes alterados, posiblemente por la influencia de factores ambientales. También se cree que intervienen los desequilibrios detectados en las sustancias que transmiten los impulsos nerviosos en el cerebro.

Síntomas o señales del autismo

Más que de síntomas habría que hablar de signos o señales que pueden hacer sospechar a los padres que su hijo es autista. Hay que diferenciar entre el autismo clásico, el síndrome de Asperger y el autismo atípico. Vamos a ver, más detenidamente, cada caso.

En torno a los 12 meses pueden aparecer señales sospechosas como no atender a su nombre, y en torno a los 14 meses, no señalar los objetos de su interés. Antes de los 3 años de edad las señales más comunes pueden ser:

  • No mirar a los ojos y no seguir con la mirada a los padres.
  • No usar los juguetes (solo los golpea o agita).
  • No mostrar agrado al recibir una caricia.
  • No mostrar interés por otros niños.
  • Tendencia a permanecer horas inmóvil.
  • Tendencia a aislarse.
  • Retraso del lenguaje y repetición de lo que oye.
  • Conductas repetitivas (colocar las cosas siempre de la misma manera).
  • Intolerancia a los cambios.
  • Balanceo del cuerpo, giros con la cabeza.
  • Movimientos rápidos de las manos delante de los ojos.

En el síndrome del Asperger no hay señales de retraso mental ni de problemas con el lenguaje. Se manifiesta con dificultades para relacionarse con los demás y algunas conductas e intereses anormales.

Provoca algunas dificultades para relacionarse y comunicarse.

En todos los casos, además de la detección precoz, es importante aunar la colaboración de educadores, psicólogos y familiares para motivar las funciones que no se han desarrollado de manera espontánea.

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