¿Cómo reconocer la rubéola?, ¿cuáles son sus causas?, ¿qué hacer cuando aparece en niños? Son algunas de las preguntas más frecuentes sobre una enfermedad infecciosa que afecta principalmente a los niños entre los seis y doce años. Es una de las enfermedades de la infancia exantemática, es decir, ese grupo de trastornos que se producen sobre todo durante la primera infancia y se caracteriza por la aparición de erupciones cutáneas. Conocer algo más sobre esta patología, sobre todo cuáles son sus primeras señales, nos ayudará como padres a resolver algunas dudas básicas.
Las causas Se trata, como hemos señalado, de una enfermedad infecciosa, de carácter benigno, que pertenece al grupo de los trastornos exantemáticos típicos de la infancia típico. En el origen de la rubéola está un virus que se transmite de persona a persona, sobre todo a través de gotitas de saliva emitidas al hablar o estornudar. Desde que se produce el contagio, el período de incubación dura de dos a tres semanas. Principalmente afecta a los niños, pero los adultos no son inmunes, debiendo ser especialmente precavidos en el embarazo. De hecho, únicamente resulta peligrosa en la mujer durante esta etapa, ya que puede originar malformaciones en el feto.
Los síntomas Una enfermedad que se caracteriza por la erupción cutánea, aunque no siempre es el síntoma más evidente y, en ocasiones, ni siquiera aparece. En un porcentaje variable de casos, entre el 20 y el 50% es posible que la enfermedad está presente pero los síntomas son tan leves que pueden pasar desapercibidos. En otros casos, sin embargo, los síntomas, con una duración de cinco a diez días de medio, son fiebre y dolor de cabeza, dificultades de respiración, ojos llorosos, inflamación de los ganglios linfáticos en la base del cuello, posterior del cuello y detrás de las orejas, erupción cutánea caracterizada por pequeñas manchas rosadas que aparecen detrás de las orejas, en la frente y, poco a poco, por todo el cuerpo, con una duración de dos o tres días.
Qué hacer ¿Qué hacer en caso de la rubéola? Hay que subrayar que rara vez esta enfermedad trae consigo complicaciones o problemas más graves. Los síntomas tienden a remitir espontáneamente en pocos días, sin la necesidad de aplicar grandes remedios o terapias. En caso de que los síntomas sean intensos, el pediatra puede prescribir fármacos antipiréticos para combatir la fiebre o gotas para los ojos. El mejor remedio para la picazón, y relajante, es un baño. Como sucede con muchas otras enfermedades de este tipo, vez contraída la enfermedad garantiza inmunización final.
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