Término inglés, rooming in, que hace referencia a la práctica cada vez común en los hospitales de no separar a la madre y al bebé después del parto, permitiendo que permanezcan en la misma habitación, durante las 24 horas del día y salvo en caso de complicaciones, hasta que sean dados de alta para ir a casa. El principal argumento de los especialistas es que esto favorece el vínculo afectivo entre la madre y el recién nacido, un vínculo que se vuelve aún más estrecho desde el momento del parto.
El rooming in no significa que la futura mamá tenga que encargarse sola de los cuidados del bebé durante los primeros días, todo lo contrario, seguirá contando con todas las atenciones necesarias por parte del equipo médico.
Rooming in ¿Cuáles son las ventajas del llamado rooming in? El principal, como hemos reseñado anteriormente, es el de reforzar el vínculo materno, sobre todo en el caso de las mamás primerizas. Tanto la mamá como el bebé se sentirán más seguros emocionalmente y tranquilos, y este contacto desde las primeras horas permitirá a la mamá empezar a identificar las necesidades del bebé.
El rooming-in también reporta ventajas para la lactancia, ya que de esta manera la madre no tendrá que esperar a que le traigan al bebé a unas determinadas horas para ser alimentado, sino que podrá darle de mamá cuando el bebé lo requiera. Esto reporta un beneficio añadido ya que la producción de leche materna se regula en función de la demanda del bebé.
Rooming in desventajas ¿Tiene algún desventaja? Lo cierto es que es una decisión a evaluar en los casos, por ejemplo, de una parto largo o complicado, ya que en estos casos la fatiga y la sobrecarga de emociones pueden hacer que la madre necesite descansar durante unos días para recuperarse, física y mentalmente.
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