Fotografías que, con el paso del tiempo, se convierten en un bonito álbum de recuerdos de un día en el que, por supuesto, queremos que todo sea perfecto. La Primera Comunión es una celebración que reúne a la familia y los amigos para compartir un día muy especial. Y qué mejor manera que inmortalizar este encuentro haciendo un reportaje de Comunión con la familia. Las posibilidades son muchas. Puedes contratar a un profesional o contar con la ayuda de algún familiar o amigo aficionado a la fotografía para organizar el reportaje. Vamos a ver algunas ideas de lo más originales para que los invitados posen delante de la cámara.
Fotos en familia En cuanto a las fotos en familia tenemos dos opciones. Una es hacerlas directamente el día de la Primera Comunión, en el lugar de la celebración. Otra opción es realizar una sesión de fotos con los familiares más directos unos días o semanas antes de la fecha, eligiendo un escenario en interior (en casa o en estudio) o en exterior. Podemos aprovechar la sesión de fotos de Primera Comunión del niño o niña, con su traje o vestido, para incluir también a los familiares más directos.
Pero, si buscamos unas fotos naturales y frescas, lo mejor es hacerlas con ropa informal. Una sesión de fotos en el campo, en el parque o en el jardín, en la playa e, incluso, dando un paseo por las calles y rincones más emblemáticos de la ciudad o lugar de residencia. Y para evitar los clásicos posados, una opción original son las escenas de juegos en familia. ¿Y qué te parece hacer el reportaje de fotos en familia practicando alguna de vuestras aficiones o actividades preferidas?
Si las fotos las hacemos el mismo día de la celebración, podemos montar un divertido Photocall o decorar un pequeño rincón por el que invitaremos a pasar a los asistentes para posar de la manera más espontánea.
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