La relación entre primos es un vínculo afectivo especial similar al que existe entre hermanos. Contribuir a fortalecer entre los niños la relación con sus primos es una manera positiva de estrechar los lazos familiares y enseñar el valor de la amistad y la complicidad. Especialmente cuando las relaciones entre primos hermanos o primos segundos se fomentan en la infancia se crean unos vínculos especiales y que, pese al paso del tiempo, se reavivan con facilidad al volver a reencontrarse con los años.
Con los primos se comparten experiencias inolvidables de la infancia, momentos de alegría y de travesuras que pueden hacer que se conviertan en los familiares con los que siempre contar. Hay muchos motivos para que los padres propicien que los primos pasen tiempo juntos y se conozcan, y así, por ejemplo, se pueden organizar escapadas o establecer unas determinadas fechas para reunirse a lo largo del año. Otra manera de mantener el contacto es permitiendo que puedan hablar periódicamente por teléfono o a través del ordenador.
Si hay una amistad que puede ser para toda la vida es, sin duda, la que se tiene con los primos, y aunque vivir cerca lógicamente favorece la relación, hay experiencias y momentos compartidos que pueden unir incluso más. El vínculo entre primos permite asentar unos lazos familiares sólidos.
Mis primos, mis primeros amigos. Y es que los primos suelen ser los primeros niños de la misma edad con la que se generan vínculos y una amistad. La relación entre primos ayuda a los niños a aprender a relacionarse con niños de su edad, mayores o más pequeños, y a desarrollar habilidades sociales en la infancia. Esto redundará en que sean menos introvertidos, sobre todo antes de empezar a ir a la guardería.
La amistad y el cariño entre primos es una forma positiva de que los niños aprenden a expresar las emociones, sin ningún tipo de obstáculo porque lo harán en un entorno seguro, la familia.
Si pasan tiempo juntos las experiencias irán alimentando una amistad que puede perdurar toda la vida. A medida que vayan creciendo compartirán otros muchos momentos, y siempre tendrán presente el valor de la amistad. Además hay otros valores importantes que se siembran con la relación entre primos, el valor de saber compartir, escuchar y perdonar. Sin duda, tener primos es una de las ventajas de crecer en familias grandes.
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