Mantener los medicamentos fuera del alcance de los niños es una medida preventiva básica para evitar accidentes o ingestas que, en determinados casos, pueden tener consecuencias severas para su salud. Si ya de por sí hay que evitar almacenar medicamentos en casa -salvo los imprescindibles o prescritos por el médico si estamos siguiendo un tratamiento-, mayor motivo cuando hay niños pequeños, ya que son mucho más vulnerables a las intoxicaciones y a los efectos secundarios de los fármacos. Los medicamentos prescritos para otra persona y, sobre todo, para adultos, pueden resultar muy peligrosos si los ingiere un niño. Los fármacos, al igual que todos aquellos productos que puedan resultar tóxicos o peligrosos para su salud, deben estar fuera de su alcance, en lugares debidamente cerrados o colocados a una altura que no puedan llegar.
Medicamentos peligrosos para los niños
¿Con qué tipo de medicamentos hay que ser especialmente prevenidos? Sobre todo hay que evitar que tengan acceso a los medicamentos recetados para adultos y los caducados. Hay que tener cuidado con los fármacos para la tos y el resfriado, sobre todo si están al alcance de los niños menores de 2 años. También hay que mantener alejadas las cajas de aspirinas, un factor de riesgo de intoxicación en los niños y del denominado síndrome de Reye, entre cuyos síntomas se incluyen la inflamación del cerebro y el hígado. Los antivomitivos también pueden provocar intoxicación cuando se ingiere una dosis más alta de la debida.
Hay otros fármacos, los más utilizados en trastornos de adultos como hipertensión o problemas de corazón, que también pueden resultar muy peligrosos para los niños. Cuidado con dejar a su alcance las pastillas para dormir o contra la ansiedad.
También hay que tener cuidado con dos fármacos muy comunes en el botiquín de casa, el ibuprofeno y el paracetamol, los cuales solo se deben administrar a los niños bajo prescripción médica.
No podemos olvidar que los niños son curiosos por naturaleza, si bien como adultos debemos evitar que ese interés por explorar resulte peligroso. A esto hay que sumar que los niños más pequeños no tienen noción del peligro. Es importante evitar tomar medicamentos delante de los niños, ya que tienden a imitar las conductas. Y sobre todo evitar denominar a las pastillas como caramelos o cualquier otra denominación que despierte aún más su curiosidad.
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