A estas alturas del curso escolar puede que tu hijo esté ya completamente adaptado, sin embargo, puede darse también el caso de que de pronto ya no quiera ir a la escuela. Analizamos las causas por las que un niño no quiere acudir al colegio y vemos las posibles soluciones que tienes a tu alcance.
Mi hijo no quiere ir a la escuela, ¿por qué?
Adaptación incompleta
Para algunos niños y niñas, más aún si es su primer curso en la escuela de mayores, el proceso de adaptación de la escuela dura tan solo los primeros días, sin embargo para muchos otros abarca desde que se inicia el curso escolar hasta que casi se acaba el primer trimestre. Si dejas de hacer la rutina que hiciste los primeros días cuando tu pequeño no se ha adaptado por completo, habrá una especie de rebote, es decir, al niño le costará cada vez más ir al cole.
Problemas con los compañeros
Por desgracia, cada vez salen a la luz más casos de acoso escolar. Este tipo de problemas con los compañeros de clase que sufren mucho alumnos, desencadena en depresión, falta de autoestima y, por supuesto, miedo de ir al colegio. Detectar estos casos no resulta fácil puesto que quienes los padecen no lo cuentan, o al menos no desde el inicio de esta situación.
Falta de entendimiento con los profesores
Otro de los motivos principales por los que tu hijo puede no querer ir al colegio es la falta de entendimiento con sus maestros. «No me escucha», «este profesor me ha cogido manía»… Puede ser cierto o no que el profesor en cuestión no actúe como debiera. La clave aquí está en escuchar al niño y concertar una reunión con el maestro para solucionar la situación.
Falta de motivación
Nosotros como adultos podemos tener un trabajo que nos encante o tener uno al que sea un suplicio ir cada mañana. Con los niños y adolescentes ocurre algo similar, puede ser que le gusten todas las materias o que no le motiven nada y vaya con desgana al centro escolar.
Pasos a seguir si tu hijo no quiere ir al colegio
Lo que funcione con un niño puede no servir para el otro, o lo que es lo mismo, tendrás que hablar con tu hijo, respetando siempre su espacio, para averiguar por qué no quiere ir al colegio. Según sea el motivo será la solución.
Escucha a tu hijo con calma, deja que se exprese libremente y no pongas en duda lo que te dice. Trata de ayudarle en la medida de lo posible, consejos para solucionar las diferencias con los amigos o una reunión con los maestros.
A su vez, intenta conocer cuáles son las asignaturas por las que se siente más interesado y trata de fomentarlas. Por otro lado, el deporte siempre es una gran opción, los beneficios que aporta se trasladan siempre al resto de la vida cotidiana.
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