Es una afección leve que tienen muchos bebés recién nacidos y a la que se debe prestar una serie de cuidados.
Con la llegada de un bebé, y más si es el primero, surgen muchas dudas sobre cómo cuidarle o qué necesitará en cada momento. Pueden aparecer una serie de problemas que, aunque no sean graves, sí que deben atenderse de forma diferente.
La costra láctea es uno de esos pequeños problemas que pueden tener los recién nacidos, pero no debes asustarte porque es muy normal en ellos y solo le afecta estéticamente. Si quieres saber qué es y qué cuidados requiere, quédate y sigue leyendo este artículo.
¿Qué es y qué cuidados requiere la costra láctea?
La costra láctea es un problema muy frecuente que aparece durante las dos primeras semanas de vida del bebé y que puede llegar a durar hasta los tres meses. De hecho, recibe este nombre por el momento en el que puede surgir, pero no tiene nada que ver con la alimentación. Se origina en el cuero cabelludo y puede extenderse hacia otras partes del cuerpo como la frente, las orejas o las cejas. Suele tener un color enrojecido o amarillento y un aspecto de escamas graso.
Los bebés no sufren molestias con esta afección, porque no llega a picar. Y aunque no se sabe al 100% por qué puede aparecer, se achaca a una serie de factores como una mayor producción de grasa, pura genética o por un tipo de hongo llamado Pityrosporum. Es un proceso largo, porque, aunque se quite, al cabo de un tiempo puede volver a aparecer. Por eso se debe seguir una serie de cuidados:
- Cepillar todos los días el cabello del bebé con un cepillo especial para los recién nacidos de manera muy suave.
- Aplicar un producto específico para eliminar la costra láctea.
- Lavar con un champú especial para bebés.
Bajo ningún concepto se debe rascar la costra, ni intentar eliminarla con las uñas, puesto que puedes ocasionar heridas al bebé. Para evitar que vaya a más, se ha de evitar los cambios bruscos de temperatura y la exposición directa del sol. Además, no pueden sudar en exceso, ya que esto hace que aumente la probabilidad de sufrir este problema. No obstante, en caso de que la costra láctea no desaparezca, lo mejor es acudir a un pediatra para que recete una crema específica y poder eliminar esta afección al completo.