La pubertad es una etapa que se puede definir como el paso de la infancia a la edad adulta. La aparición de los primeros caracteres sexuales (el aumento de los testículos en los niños y la presencia del botón mamario en las niñas), suele tener lugar a partir de los 9 años para ellas y de los 10 para ellos. Cuando se produce antes de esta edad estaríamos ante de lo que se conoce como pubertad precoz. Las niñas son más proclives a la pubertad precoz, en una proporción 10 veces superior a los niños según datos de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria.
Causas
Aunque se desconocen las causas exactas de este adelanto de la pubertad en los niños, diversos estudios han establecido una relación entre la pubertad precoz y el sobrepeso y la obesidad. Dicho de otra manera, los niños con sobrepeso tendrían una mayor predisposición a desarrollarse antes de la edad media. Al tener un peso superior al que les corresponde por edad, el organismo entiende que el cuerpo está preparado y libera las hormonas que inician el proceso de la pubertad. Otras causas estarían relacionadas con lesiones en el sistema nervioso y por la acción de tóxicos ambientales.
Signos
Los signos son los mismos que se producen en la pubertad, pero antes de tiempo. En el caso de las niñas los signos físicos más evidentes son la aparición de vello púbico y en las axilas, el aumento de las mamas o la primera regla (menarquia). En los niños se producen cambios en la voz, aparición de vello en la zona genital y facial (labio superior) y aumento del tamaño de los genitales.
Cambios que suelen llegar acompañados de un crecimiento más rápido, lo que se conoce como dar el estirón, pero de igual manera el crecimiento se detiene antes por lo que tendrán finalmente una altura más baja que la media.
Consecuencias
La pubertad precoz puede provocar problemas de adaptación psicológica, ya que los niños pueden sentirse diferentes a los de su edad (esto redundará en problemas de timidez, inseguridad o baja autoestima), y también puede ser motivo de baja estatura. Por estos motivos conviene acudir al pediatra, por si fuera necesario prescribir un tratamiento para intentar retardar este proceso.
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