Hoy hablamos de la importancia de que los más pequeños de la casa cojan el hábito de lavarse las manos. Te contamos también cómo deben hacerlo y cuándo.
La importancia de que los niños se laven las manos
Es a través de las manos que llegan al organismo diversos virus y bacterias del entorno más cercano, más aún si se trata de niños pequeños que van al cole o la guardería puesto que están en contacto con otros niños, juegan con ellos, comparten cosas e incluso las chupan. Es por ello que es muy importante concienciarles del tan importante hábito de lavarse las manos.
Cúando se deben lavar las manos los niños
Es muy necesario que los más pequeños de la casa se laven las manos recién lleguen al hogar, ya vengan del parque, de la escuela o de la casa de un amigo. En el rato que están fuera de casa, por muy corto que sea, están expuestos al contacto de virus y bacterias, por lo que es fundamental establecer la rutina de lavar las manos nada más llegar a casa.
A su vez, las manos se tiene que lavar antes de sentarse a la mesa, después de ir al baño y si se ha estado jugando con ciertas cosas, por ejemplo con pinturas o plastelina.
¿Cómo lograr que se habitúen a ello? Poco a poco, con buenas palabras, mucho cariño y hablando acerca de la importancia de la higiene. Recuerda lavarte tú también las manos al llegar a casa, ya sabes que los niños, sobre todo los más pequeños, aprenden por imitación.
Cómo deben lavarse las manos los niños
De la misma forma en la que lo haces tú, moja sus manos con agua, añade jabón, frota y aclara. No está de más hacer ver al niño que se debe cerrar el grifo mientras frota el jabón en sus manos para no malgastar el agua.
Ayuda a tu hijo las primeras veces y permite que lo haga solo después para que coja el hábito de manera correcta. Será toda una diversión para él que mamá le deje lavarse las manos solito.
Muestra al niño que debe lavarse bien entre los dedos y también en el dorso de la mano y que tiene que estar unos segundos con el jabón frotándolo en sus manos. Suele pasar que al principio les llama la atención y lo hacen con mucho cuidado, pero luego se aburren y quieren lavarse las manos muy deprisa para irse a jugar.
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