El parto en agua o acuático es un método natural de dar a luz en el que la futura mamá se introduce en una bañera especial para el proceso. Una alternativa que reduce el dolor de las contracciones, ayuda a relajar los músculos y favorece la dilatación. No obstante, si estás pensando en optar por esta técnica, debes tener en cuenta además de en qué centros lo realizan, que no está aconsejado para todo los casos y que debe realizarse siempre por un personal médico especializado en partos en el agua.
Un parto más natural en el que la temperatura del agua relaja a las madres que se deciden por esta técnica para dar a la luz ¿el secreto? No existe la fuerza de la gravedad, el agua disminuye el dolor de las contracciones, los músculos están más relajados… siendo además un método alternativo y natural a la anestesia epidural.
Aunque sus ventajas son muchas, el parto bajo el agua no está indicado para las mujeres con un embarazo de riesgo o que padezcan de hipertensión, cardiopatías o diabetes y debe realizarse siempre bajo la supervisión de un médico especializado en partos acuáticos.
La importancia de estar acompañada por profesionales es indudable, puesto que si en algún momento el parto se complica, la madre será rápidamente trasladada al quirófano para continuar con la intervención.
Lo más recomendable es un centro con experiencia en el tema. No obstante, debes tener en cuenta que en una clínica privada el precio de dar a luz bajo el agua oscila entre los 1200 euros aproximadamente, aunque últimamente esta modalidad se ha introducido en algunos hospitales públicos como en Galicia, donde las futuras mamás pueden decidir si prefieren el paritorio o el jacuzzi.
Asimismo, el parto en el agua también tiene beneficios para el bebé. Ayuda a que se adapte de forma más pausada, dándole tiempo para que se habitúe al paso del líquido amniótico al medio exterior sin que además el cambio de temperatura sea tan brusco.
Sea cuál sea el método que elijas para dar a luz, consúltalo con tu médico para que te aconseje según tu situación. Y si ya estás en tus últimas semanas de gestación no te olvides de preparar la canastilla del bebé para que cuando llegue el momento lo tengas todo listo.