Papilla de sémola y carne de pollo

A partir de los 6 meses podemos comenzar a añadir cereales con gluten a la dieta de nuestro baby. Una opción suave es comenzar con una harina suave como la sémola de trigo.

Las propiedades nutritivas de la sémola de trigo son muy valoradas para la dieta infantil. Es rico en vitamina K, tiene una alta cantidad de carbohidratos y además se encuentra entre los alimentos bajos en purinas, es decir, es un alimento que no aumenta el ácido úrico. La sémola es beneficiosa para mantener bajo el colesterol y una correcta coagulación de la sangre. Además ayuda al desarrollo de los huesos.

El pollo es una buena fuente de proteína, por lo que ayuda al desarrollo y adecuada reparación de los tejidos del organismo. Además, al ser bajo en contenido en grasas, es ideal para los bebés que comienzan a probar la carne. Aporta vitamina B y ácido fólico, constituyéndose como un alimento beneficioso para el funcionamiento cerebral, la formación de colágeno, la circulación sanguínea y la función hepática. Generalmente, la edad recomendada para introducir este alimento es a partir de los 6 meses, pero siempre es preferible que consultes con tu pediatra cuándo y cómo introducir los alimentos a tu bebé.

Ingredientes:

• 180 gramos de caldo vegetal (si es casero y/u orgánico mucho mejor).
• 50 gramos de pechuga de pollo sin piel.
• 20 gramos de sémola instantánea.
• 1 cucharadita de aceite de oliva.

Preparación:

1. Cuece al vapor la pechuga de pollo y cuando esté tierna, tritúrala en una batidora de mano o con la termomix.
2. Pon a calentar el caldo vegetal y vierte poco a poco, en forma de lluvia, la sémola de trigo. Remueve todo el tiempo para evitar grumos.
3. Apaga. Añade el caldo con la sémola al pollo y bate junto con un chorrito de aceite de oliva. Cuando obtengas una consistencia cremosa ¡ya tienes lista tu papilla! ¡Así de fácil!

Consejo: si tu bebé es intolerante o tiene alergia al glúten, puedes prepararla con sémola de arroz, asegurándote de que en el envase especifique que es “sin gluten”, ya que a veces las procesadoras pueden dejar hebras o trazas de trigo u otros cereales.

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