Las mudanzas son motivo de alegría y prosperidad, pero los más pequeños no siempre son capaces de verlo con esos ojos. Te contamos cómo afecta a los niños una mudanza y algunos consejos para llevarla lo mejor posible.
¿Cómo afecta la mudanza a los niños?
1. Aumenta su estrés
Todas sabemos que las mudanzas conllevan mucho estrés, la cual acaba saliendo a la luz en forma de discusiones de pareja. Si a esto le sumamos el cansancio acumulado, el cambio de ambiente y la morriña de nuestro hogar, nos daremos cuenta de que soportamos una gran carga casi sin darnos cuenta. No obstante, la peor parte se la llevan los niños, ya que a veces incluso se niegan al cambio.
2. Trastornos de sueño y alimentación
El estrés mencionado anteriormente puede mostrarse de muchos modos, desde presentar trastornos del sueño como insomnio o pesadillas hasta tener cambios en el apetito y en el humor. Además, también pueden presentar dolores de cabeza frecuentes y una clara irritabilidad.
3. Temor ante el futuro
Para un niño, irse a vivir a un lugar donde no podrá ver a sus amigos, visitar a su familia o jugar en los lugares que frecuenta puede causarle un auténtico trauma si no comprende los motivos. Por ello, puede comenzar a sentir temor ante el futuro y ante la idea de que otros niños no quieran jugar con él.
Consejos para la mudanza
1. Hazle a la idea
Antes de comunicar a tu hijo que vais a mudaros definitivamente es importante que le hables sobre el lugar que va a convertirse en vuestro nuevo hogar. Para ello, visitad la ciudad a menudo, id a pasear de vez en cuando por el barrio y trata de que se relacione con niños de allí antes del cambio decisivo. ¡Le será mucho más fácil!
2. Léele cuentos sobre mudanzas
Especialmente a edades muy tempranas es fundamental que los niños asuman poco a poco los beneficios de una mudanza a través de los cuentos, los cuales le serán referentes para entenderlo todo mejor. Si no conoces ninguno con esta temática no importa: sólo tendrás que recurrir a la creatividad.
3. Explícale por qué os mudáis
A veces cometemos el grave error de pensar que los niños no se dan cuenta de muchas cosas, cuando realmente son tan conscientes como nosotros de lo que pasa a su alrededor. Eso sí, todavía no son capaces de entenderlo, por lo que en caso de que tú no le des una explicación va a tratar de encontrarla por sí mismo. Pero esto tiene un peligro, y es que se basará únicamente en sus propios conocimientos, pudiendo llegar a malinterpretar la situación y en veros como los culpables de su estado.
4. Tenlo todo listo antes del cambio
Aspectos tales como escoger el colegio del niño o las actividades extraescolares que realizará deberán estar cerradas comenzar la rutina cuanto antes, ya que de otro modo vuestros niveles de estrés aumentarán.
5. Relájate
Está claro que una mudanza es una situación estresante, pero también llena de buenas vibraciones. Es importante que no dejes que salga a la luz la irritabilidad y el estrés, sino la esperanza de que el cambio va a ser para mejor, lo cual ayudará a tu hijo a ver el futuro con ojos optimistas.
6. Pregúntale su opinión
A veces nos cegamos en escoger por el niño lo que es mejor para él y dejamos a un lado lo que realmente desea, haciéndole ver que la mudanza va a ser algo impuesto. Es fundamental saber su opinión en todo momento para saber cómo actuar y qué podemos hacer para hacerle comprender que este cambio es necesario para todos. Con un poco de paciencia conseguirás que se sienta cómodo y aprenda a querer su nuevo hogar.