Mi hijo nos descubrió haciendo el amor: Consejos y errores a evitar

Cuando tenemos a nuestro primer hijo las relaciones íntimas con nuestra pareja descienden, principalmente por el temor a que nuestro retoño nos encuentre en plena acción y pueda afectar a su manera de concebir esta forma de demostrar cariño en una pareja. Si tu hijo os descubrió haciendo el amor, no te pierdas estos consejos y errores a evitar para la próxima.

Consejos
Admítelo, tu hijo os ha pillado y ya no podéis hacer como que no ha pasado nada, por lo que tratar de meterle en la cabeza que no ha visto nada dará como resultado un efecto totalmente opuesto.
Cuando un niño se enfrenta a la imagen de sus padres haciendo el amor no entiende lo que ocurre y trata de interpretarlo con las referencias que ha tenido hasta ahora del mundo exterior. Por su corta edad no sabe distinguir los gestos de placer, por lo que los puede confundir con dolor y pensar que uno le está haciendo daño al otro, lo cual puede provocarle malestar y un miedo intenso. Si a esto le sumamos el hecho de que automáticamente podemos comenzar a regañarlo por entrar, puede incluso llegar a pensar que todo ha sido culpa suya y resultar traumático.
Una vez aceptado que nos ha descubierto, lo mejor es no avergonzarse y hablar con él con la máxima naturalidad posible. Pregúntale qué es lo que ha visto y qué siente en ese momento, tratando de explicarle que es algo natural que hacen las mamás y los papás cuando se quieren mucho. Por supuesto, déjalo que pregunte lo que quiera, ya que es la única forma de que comprenda que no era algo malo. Eso sí, trata de tener en cuenta su edad en la forma de contarlo y no dar demasiadas explicaciones. Ya tendrá tiempo de descubrirlo cuando crezca.

Errores a evitar
Antes de darnos el susto, lo mejor es tomar las precauciones adecuadas para que la situación nunca llegue a darse o, al menos, que no vuelva a repetirse. Así pues, uno de los errores más graves que podemos cometer es no cerrar la puerta con llave, de modo que tu hijo podrá entrar en el momento que le venga en gana. Así no sólo acabas con la poca privacidad que podáis tener, sino que si además no sois muy silenciosos le estáis dando más motivos para entrar y descubrir qué está ocurriendo ahí dentro.
Te recomendamos fervientemente que tu pareja y tú busquéis un lugar dedicado exclusivamente a vosotros donde podáis estar tranquilos y, por supuesto, enseñar a vuestro hijo a respetarlo. Esto no sólo ayudará a tu pequeño a respetar el espacio de los demás, sino que mejorará vuestra vida íntima, por lo que todos saldréis ganando.

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