La Primera Comunión ha sido tradicionalmente un sacramento que todos los niños realizaban sin excepción, pero actualmente el panorama está cambiando, y mucho. Cada vez son más los padres que se enfrentan al momento en el que, llegada la edad adecuada para comenzar la catequesis, los niños se niegan a asistir. E incluso hay ocasiones en las que comienzan a ir por curiosidad, pero no tardan en aburrirse y afirmar que no quieren tomar la Comunión. Como madre, puedes pensar que a la larga puede ser una decisión errónea, pero también sentirás que quieres respetar las determinaciones de tu hijo. ¿Te encuentras en la situación en la que tu hijo no quiere hacer la Primera Comunión? Te damos unos argumentos a favor y en contra para que sepas qué hacer.
Argumentos a favor de respetar su decisiónHay veces en las que las madres confundimos el hecho de encaminar a nuestro hijo hacia un futuro que creemos mejor con obligarlo a hacer algo que realmente no quieren, convirtiéndonos en madres tóxicas. Lo mejor es que te sientes a hablar con él y, si de verdad crees que es un sacramento importante, trata de explicarle por qué debería hacerlo. Si aun así tu hijo se niega a realizarla, no es recomendable que lo obligues a ello. Recuerda que los niños de hoy en día tienen acceso a mucha más información de la que nosotras tuvimos, por lo que puede haberse formado él mismo una opinión, lo cual es muy positivo para su desarrollo. Es por esto que debemos comenzar a valorar las decisiones que toman nuestros hijos y especialmente en el ámbito religioso, ya que para ellos es muy difícil de comprender. Además, ten en cuenta que para tu hijo este evento supone una inmensidad de regalos para él, un convite con un menú sensacional y un día que disfrutará muchísimo, por lo que el haber renunciado a todo ello supone una decisión meditada para él que no es del todo fácil, ¿no crees?
Argumentos en contra de respetar su decisión Si a pesar de su idea, vosotros consideráis que hacer la Primera Comunión es algo positivo para él, bien sea por vuestras creencias personales o por otros motivos, podéis obligarlo. Al fin y al cabo, está dentro de vuestras responsabilidades como padres el conducir a vuestros hijos por el camino que consideráis más beneficioso para él. Como niños que son, se rebelan ante muchas cosas y eso es normal, pero no significa que tenemos que ceder. Los padres piensan siempre en el bien de sus hijos.
Además, como ya hemos dicho anteriormente, hacer la Comunión es algo totalmente normalizado, una gran parte de los niños la hacen. Si tu hijo decide no realizarla junto a sus amigos corre el riesgo de quedar apartado del grupo, ya que todos tendrán algo que contar sobre su gran día menos él. Esto tampoco es motivo para alarmarse porque esta no es la única experiencia que vivirá junto a sus compañeros. No obstante, puedes sentarte a hablar con él y explicarle cuáles son los beneficios que tiene el hacer la Primera Comunión con el fin de que él mismo consiga verlo como un evento positivo. ¡Pero ten cuidado! Tratar de convencerle con el argumento de que va a tener muchos regalos hará que aprenda a hacer algo en contra de sus principios para recibir lo que quiere, y es una lección totalmente indeseable. Lo importante es convencerle con argumentos reales y no materiales.
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