Mi hijo me miente: En qué momento los niños aprenden a mentir

¿Por qué mi hijo me miente? ¿Cuándo ha empezado a hacerlo? ¿Cómo debo actuar? Los niños no nacen sabiendo decir mentiras, digamos que es una habilidad que aprenden con los años. Aquí te contamos todas las claves.

Por qué mi hijo me miente

Tu hijo, ese ser tan inocente e indefenso que dice lo primero que se le pasa por la mente, ese pequeño que es incapaz de hacer nada con maldad y que te responde de la forma más sincera. Tu hijo, ese niño que un día, y si previo aviso, te dice una mentira sin importancia, una que se ve a kilómetros y que hasta te hace gracia. Hasta que un buen día, te dice una mentira, y no una cualquiera sino una con el fin de conseguir algo. ¿Cuándo aprende un niño a mentir? ¿Por qué lo hace?

My sencillo, aprende a mentir de sus padres, de su entorno, del colegio, de la sociedad en general. Y lo hace porque puede, para llamar la atención, para conseguir algo que quiere, para salirse con la suya… Algo muy parecido a lo que hacemos los adultos.

¿Te has dado cuenta de que tu hijo ya no solo dice mentiras que al final son fruto de su imaginación? «Mira mamá, ese perro ha dicho hola«, pura imaginación. «Me he lavado las manos» y resulta que no es cierto… Es ahí cuando te das cuenta de que tu pequeño se va haciendo mayor.

Arrojemos un poco de luz en este asunto de la mano del doctor Wenceslao Piñate, catedrático de Psicología de la universidad de La Laguna, Tenerife; él define el hecho de mentir como un recurso para lograr un fin “es un aprendizaje para conseguir un bien para sí mismo, evitar herir o hacer daño deliberadamente”. Y continúa: “el problema comenzaría cuanto esta actitud se convierte en rutina; un hecho evidente es que hay personas muy mentirosas y otras muy poco y que hay niños, adolescentes y jóvenes que emplean la mentira, incluso la calumnia como venganza o, simplemente, para hacer mucho daño, generalmente en grupo, como se ha visto en casos de acoso escolar”.

Distinguimos pues, la mentira inocente y piadosa, esa con la que tu hijo se libra de lavarse los dientes, de otra mentira más perjudicial con la que un niño puede hacer mal a otra persona y a su vez sacar un beneficio.

Se puede mentir con miedo, con rabia, con inseguridad, con desconsuelo… Se puede mentir como un niño o un niño puede mentir como un adulto; puede ser una mentira que tenga los pies muy cortos o puede ser una mentira que tarde años en ser descubierta. ¿Y qué me dices de las verdades a medias? Esa mentira con un «pero», o esa otra que te dice tu hijo con el fin de no decepcionarte. ¿Has leído eso de que dicen que los niños que mienten a temprana edad son más inteligentes?

¿Quieres saber cómo conseguir que tu hijo no te mienta? Imposible, no hay una formula secreta que haga que tu hijo no te mienta nunca, pero si hay algo muy valioso que puedes hacer: apuesta por el diálogo y el ejemplo. Deja que tu hijo se exprese, que comparta sus sentimientos e inquietudes contigo, sé madre y amiga a la vez y procura no ser tú la que mienta a tu hijo.

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