Conocer los síntomas es clave para identificar cuándo estás de parto y para saber cómo tienes que actuar y cuándo has de acudir al hospital.
El parto suele durar su tiempo. De hecho, puedes incluso empezar con síntomas semanas antes de que nazca el bebé. Las señales de que el pequeño está llegando son numerosas y avisan a la mamá de que está a punto de llegar.
Conocer dichas señales te ayudará a estar preparada, a identificar rápidamente cuándo estás de parto y a conocer cómo tienes que actuar y cuándo has de acudir al hospital para dar a luz. Por ello, repasamos los principales síntomas que te harán saber cuán estás de parto.
Síntomas de que se aproxima el parto
Son muchas las mujeres que experimentan la sensación de tener «presión ahí abajo». Eso es que la cabeza del bebé está encajada en el canal de parto, es decir, en la parte baja de la pelvis. Ya sea durante unas semanas u horas antes de dar a luz, se expulsa lo que se conoce como el tapón mucoso, una secreción que puede ser densa, gelatinosa y de un color oscuro acompañado, a veces, de sangre. No es necesario acudir al hospital en cuanto se expulse, solo cuando venga acompañado de mucha sangre y dolores inusuales en el abdomen.
Asimismo, muchas mujeres sufren lo que se conoce como “síndrome del nido”. Recibe este nombre porque es muy frecuente que las embarazadas, durante el último mes de la gestación, comiencen a preparar la casa para la llegada del bebé, ordenando todos los armarios y limpiando una y mil veces la misma zona. Las noches comienzan a ser más difíciles y probablemente te cueste más conciliar el sueño, debido a que tendrás mayores dificultades para encontrar una buena postura en la cama. Otro señal de que el parto se está acercando es cuando el útero comienza a ablandarse y a dilatarse. Las contracciones comienzan a ser más seguidas y dolorosas, asemejándose a las del dolor menstrual; se conocen como contracciones de Braxton-Hicks.
Pero claro, ¿cuándo dejan de ser las de Braxton para ser las de parto? Pues bien, debes medir las contracciones. Si te dan de 2 a 5 minutos y tienen una duración de 60 a 90 minutos, quiere decir que el momento de dar a luz ha llegado. En cambio, si son irregulares, puedes quedarte en casa tranquila. Además, tienes que fijarte en la intensidad de las contracciones, ya que si aumentan, lo mejor es acudir al hospital cuanto antes.
¿Cuándo acudir al hospital?
Los síntomas para saber cuándo tienes que ir al hospital son muy evidentes. No obstante, vamos a detallar una a una cuáles son para que no te pille de sorpresa. Debes acudir cuando notes que las contracciones sean regulares, cada 5 minutos, con una duración entre ellas de 60 a 90 minutos, y las sientas igualmente aunque estés en reposo. Y, finalmente, cuando rompas aguas, es decir, cuando el líquido amniótico que rodea al bebé durante toda la gestación se rompe y sale por el canal de parto.
Igualmente, si no sabes si estás de parto incluso con estas pautas, lo mejor es que acudas a un hospital para que te exploren y así te quedarás más tranquila. ¡Mucha suerte! Y tranquila, porque podrás con ello.