Las enfermedades del otoño de los niños. El comienzo del curso escolar es uno de los puntos de inicio del contagio de enfermedades entre los más pequeños. Resfriados, diarreas… en definitiva, diferentes procesos víricos son la consecuencia de la convivencia directa y diaria de los escolares. Pero, ¿cuáles son estas enfermedades propias del otoño? Y, sobre todo, ¿cuál es el modo de prevenir estas enfermedades? Aquí te lo explicamos.
Según aseguran a los especialistas la época de mayor riesgo de contagio de enfermedades infantiles para los pequeños se concentra entre los meses de septiembre y octubre. Pero, ¿por qué? Es, precisamente, el mes de septiembre la fecha señalada en el calendario para el inicio de las guarderías y la vuelta al cole de los niños por ello es conveniente vigilar la salud infantil. Por lo tanto, este reencuentro favorece el contagio de dichas enfermedades. El contacto ocasional entre unos y otros y la gran cantidad de niños que se concentran en las aulas son el germen propicio para ello.
No obstante, las madres no tienen porqué preocuparse porque, habitualmente, no hablamos de enfermedades graves. Cuando hablamos de las enfermedades propias del otoño que padecen los niños nos referimos a catarros, resfriados y diarreas.
La escasa relevancia de estas enfermedades otoñales no precisan de un tratamiento especial, pero sí específico. Por lo tanto, en tres o cuatro días el niño está recuperado.
Cómo prevenir las enfermedades del otoño en niños
- Los especialistas aconsejan a los padres que vigilen especialmente la higiene de sus hijos para evitar que el contagio igualmente se transmita a los que convivan con el pequeño en casa. El contagio a personas mayores de gastroenteritis y resfriados es muy habitual.
- Asimismo, los pediatras recomiendan para prevenir las enfermedades propias del otoño ofrecer una alimentación equilibrada y variada a los más pequeños de la casa.
- Además, es importante que no caigas en el error común que cometen muchas personas de la automedicación. Ante el síntoma más inmediato de enfermedad es conveniente que acudas con tu hijo al especialista, él llevará a cabo una exploración inmediata y considerará el tratamiento más adecuado que tienes que llevar a cabo.
- La importancia de la hidratación. Independientemente de la edad de las personas, adultos o pequeños, es muy importante beber, al menos, dos litros de agua diarios. Sin embargo, es de vital importancia mantener a los niños muy bien hidratados para evitar las enfermedades propias del otoño.
- Evita las consultas de urgencias. ¿Cuántas veces hemos escuchado en los medios de comunicación pedir a los especialistas sanitarios pedir que no se acuda a los servicios de urgencias salvo en caso de verdadera necesidad? Muchos, ¿verdad? En este caso, las enfermedades propias del otoño en niños no son merecedoras de acudir a urgencias porque un resfriado o una diarrea, por ejemplo, no revisten gravedad. Por lo tanto, es conveniente que en todo caso acudas a tu pediatra.
- Ante todo, tranquilidad. Es habitual que los padres se intranquilicen porque sus hijos enfermen, sin embargo, aquellos han de verlo como algo normal. De hecho, las enfermedades son necesarias para contribuir a la formación de su sistema inmunológico.