Antes de llenar a tus hijos de regalos esta Navidad debes saber qué es la regla de los 4 regalos y por qué es tan importante seguirla.
La Navidad es una de las épocas más emocionantes del año, especialmente si tenemos pequeños a nuestro alrededor. No hay nada que nos ilusione más que ver a nuestros hijos sentados alrededor del árbol abriendo regalos en una mañana de Navidad. Una preciosa imagen que también invita a la reflexión, pues hay estudios que aseguran que los niños reciben hasta 10 veces más regalos en estas fechas de lo que necesitan. Lo que puede convertir una bonita estampa en el reflejo de una futura sociedad consumista, compulsiva y ansiosa.
Educar a los hijos no es nada fácil y nadie te prepara para ello. Sin embargo en muchas ocasiones caemos en el error de tapar con dinero y objetos materiales carencias de tipo emocional, lo que puede llegar a ser contraproducente para nuestros pequeños. Esta tendencia de regalar compulsivamente está en alza y puede desembocar en lo que se conoce como «el síndrome del niño hiperregalado».
Qué es la regla de los 4 regalos y por qué debemos tenerla en cuenta con nuestro hijos en Navidad
Cubrir en regalos a nuestros pequeños es un claro reflejo del desconocimiento de los padres sobre las necesidades de los hijos. Predomina la cantidad a la calidad y esto puede acabar desarrollando el «síndrome del niño hiperregalado» que a su vez puede afectar al desarrollo emocional de los niños. Intentar compensar con juguetes la falta de tiempo o cariño es mucho más peligroso de lo que creemos. Te contamos algunas de las consecuencias.
En primer lugar tantos regalos pueden acabar con la ilusión de los niños, pues al final estamos alterando sus emociones al querer compensarlas con objetos materiales. Por lo que llegará un momento en el que el pequeño muestre una total apatía a recibir recompensa, pues lo ve como una obligación o como algo «normal».
Por otro lado estamos interfiriendo en el desarrollo de la creatividad. La imaginación se desarrolla jugando, pero no solo con juguetes físicos sino también al aire libre. Tu hijo en lugar de salir a jugar e imaginar un cochecito tendrá ese cochecito, con lo cual estaremos limitando esa parte tan importante. Además estaremos creando una sobreestimulación en ellos. Al tener tanto con lo que jugar acabará por no saber cuál escoger o por no escoger ninguno dejando de disfrutar de la etapa de juegos.
Cuando le damos todos los caprichos a un niño acaba infravalorando el valor del esfuerzo y del dinero, desarrollando el egoísmo y la actitud consumistas. Unos antivalores que en el futuro tendrá que corregir.
Por estos motivos lo ideal es obsequiar a los niños con lo justo y necesario, basándonos en «la regla de los 4 regalos». Una norma que como su propio nombre indica consiste en no regalar más de cuatro regalos por niño priorizando de esta forma:
- Un regalo relacionado con la lectura, para incentivar el aprendizaje.
- Un regalo que deseé por encima del resto y que sea su favorito, de esta forma lo valorará el doble.
- Un regalo que realmente necesite.
- Un regalo que pueda usar, como ropa o accesorios para la escuela.
Recuerda: tus hijos tienen que aprender que las recompensas no son solo objetos materiales. Están en una época para disfrutar, pero también para aprender y debemos incentivar eso.
