En algunos casos, la fibromialgia puede empeorar debido a los cambios hormonales ocasionados durante el embarazo.
La fibromialgia es una enfermedad crónica que causa dolor y sensibilidad en todo el cuerpo, y afecta sobre todo a las mujeres. Si estás embarazada y padeces esta afección, tranquila; lo primero que tienes que saber es que no tiene por qué afectar a tu bebé. Son muchas las que llegan al final de la gestación sin problemas, aunque los medicamentos que se deben de tomar para aliviar los dolores de esta dolencia están desaconsejados durante el embarazo.
Cabe señalar que algunas embarazadas ven cómo sus síntomas de la fibromialgia mejoran durante el embarazo, debido a que en este periodo se libera una sustancia llamada relaxina, la causante de que los músculos se relajen. No obstante, en otras ocasiones, esta enfermedad también puede hacer que los síntomas propios de la gestación aumenten y te sientas mucho más cansada, con molestias en tus músculos y articulaciones, y con mayores problemas para dormir bien.
Cómo podemos aliviar los síntomas de la fibromialgia sin tomar medicamentos
Hay que tener especial cuidado con los fármacos que se toman con la llegada del embarazo; aunque si la enfermedad es muy fuerte, habría que reducir la dosis, según nos aconseje nuestro médico. Es muy probable que si tomas antiinflamatorios, el doctor los elimine al completo durante tu gestación, debido a que si se toman, pueden cerrar un pequeño vaso que comunica la aorta con la arteria pulmonar del feto.
No se pueden tomar ciertos tipos de medicamentos; sin embargo, para mitigar los dolores causados por la fibromialgia, se pueden realizar diferentes actividades como los masajes para ayudar a relajar las articulaciones. Asimismo, hacer ejercicio moderado también ayudará a reducir la inflamación, al igual que mantener una alimentación baja en lácteos, azúcares y harinas refinadas.
Finalmente, cabe subrayar que, después de dar a la luz, las mujeres con fibromialgia pueden dar el pecho sin ningún tipo de problema. No existe ningún estudio que demuestre que las mujeres que padezcan esta enfermedad no deban amamantar a sus hijos. Pueden tener los mismos problemas que el resto, pero si quieres más información sobre si dar, o no, leche materna a tu bebé, lo mejor es que acudas a tu matrona y que te explique lo que es más recomendable para ti y para tu pequeño.