La acupresión o Shiatsu -término que significa literalmente presión con los dedos- es una técnica oriental de masaje que, aunque similar a la acupuntura, no utiliza agujas. Una técnica milenaria entre cuyos principales beneficios se incluye el de favorecer el equilibrio entre el cuerpo y la mente. Una técnica recomendada no solo para los adultos, sino también para los niños.
Entre los principios que rigen la técnica del Shiatsu se incluye el de considerar que, además de los vasos sanguíneos y linfáticos, el cuerpo tiene otros caminos o canales a través de la que fluye la denomina energía. Estos canales se llaman meridianos y, a lo largo de ellos, se pueden localizar puntos definidos que corresponden a determinados órganos. Vamos a ver, más detenidamente, cuáles son los beneficios específicos que reporta la acupresión y cómo ponerla en práctica con los más pequeños.
¿Qué es y para qué sirve? La acupresión es, en pocas palabras, una técnica de masaje que ayuda a aliviar ciertos trastornos físicos y psicológicos, al tiempo que favorece el bienestar. A través de la acupresión no solo ayuda a regenerar la energía, tanto en niños como en adultos, sino que acostumbrar al pequeño a este tipo de masaje puede ayudar a prevenir o aliviar enfermedades como resfriados, insomnio, ansiedad. También puede resultar beneficioso en casos de cansancio, dolor de cabeza o contracturas musculares. Algunos de los masajes a realizar son tan sencillos que incluso los más pequeños pueden aprender. Por lo general, la presión se realiza con los dedos índice y pulgar sobre algunos puntos definidos, durante unos 3 minutos.
La acupresión, entre otras aplicaciones, puede ser un buen remedio natural para calmar a los niños, ayudarles a dormir o mitigar el dolor cuando salen los primeros dientes. Uno de los masajes más sencillos es ejercer una suave presión con los cuatro dedos juntos encima del ombligo durante dos minutos para calmar al niño o cuando tiene problemas de digestión. Para mitigar el dolor al salir los dientes, ejerce presión en la palma de la mano, cerca de los pulgares, haciendo un masaje suave en forma de círculos durante unos segundos. Y entre los ojos, en la frente, está el punto definido sobre el que presionar suavemente durante 20 segundos para ayudar al niño a dormir.
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