El hipo en el recién nacido es algo muy frecuente, aunque lógicamente puede generar preocupación en los padres. Hipo que puede aparecer desde los primeros días y, sobre todo, después de las tomas de leche. Si llega con hambre, la ansiedad y las prisas por mamar le pueden provocar hipo. ¿Hay más causas por las que aparece?, ¿cuáles son los remedios más efectivos?
Durante los primeros meses, especialmente en el caso de los padres primerizos, cualquier gesto, sonido o cambio inesperado en el bebé puede producir desasosiego y preocupación. Uno de los motivos que genera más preguntas es cuando el recién nacido tiene hipo. ¿Por qué aparece? El hipo es una reacción de nuestro diafragma (un movimiento convulsivo) de la que, como tal, no están exentos los bebés. De hecho, el hipo puede aparecer desde los primeros días.
Hipo en el recién nacido: Por qué se produce
Las causas de aparición del hipo son varias, si bien en la mayoría de los casos tiene que ver con la alimentación y, en concreto, con la forma de comer, en este caso, de tomar la leche materna. Precisamente, la succión de la leche favorece la entrada de aire en el estómago, uno de los motivos de que, al término de la toma, el bebé pueda tener hipo. Si dejamos pasar demasiado tiempo entre las tomas de leche, el bebé llegará con más hambre y con mayor ansiedad, lo que hará que succione más rápido. Por lo tanto, será probable que al terminar de mamar tenga hipo.
Otro motivo de aparición de hipo es el llanto de los bebés. Tras un episodio de llanto puede terminar hipando. De igual manera, los cambios de temperatura, a los que son muy susceptibles los bebés, también pueden provocar hipo.
Cómo calmar el hipo de un bebé: remedios
El hipo no supone ningún riesgo para la salud del bebé, de hecho puede quedarse dormido antes de que desaparezca el hipo. De todos modos, hay algunos remedios para que desaparezca. El más conocido es el chupete, ya que al succionar engaña al estómago que se activa como si recibiera más alimento. Si el hipo aparece durante la lactancia, es aconsejable cambiar al bebé de posición y, si es posible, tratar de que eructe. Conviene esperar para seguir amamantándolo hasta que el hipo desaparezca. En el caso de los bebés, el hipo suele durar muy poco.
El remedio más efectivo, teniendo en cuenta por qué se produce el hipo, es no esperar a que el bebé tenga demasiado hambre para darle la leche y tratar de darle siempre las tomas cuando ambos –bebé y madre- estén relajados. Si el niño come más despacio, lógicamente, tragará menos aire y por tanto será menos probable que aparezca el hipo. Después de dar el pecho, es aconsejable colocar al bebé en posición vertical, para facilitarse así la eliminación del aire.
Si el hipo no desaparece en unos minutos, o el bebé se muestra molesto e irritado, hay que consultar al médico para resolver cualquier tipo de duda.