La higiene del bebé prematuro es importantísima para proteger al recién nacido y cuidar su salud. Y es que un bebé de estas características puede tener más problemas a la hora de adaptarse al medio exterior debido a su peso, que es inferior al de un bebé totalmente formado, y a su falta de madurez.
Se considera un bebé prematuro a aquel que nace con menos de 37 semanas de gestación. Por eso no sólo la higiene es importante y necesaria para evitar posibles infecciones, sino que son obligatorios otra serie de cuidados:
- Debes cambiar el pañal a tu bebé unas siete veces al día, incluso si no lo ha manchado. Tanto como si está en casa, como si está en la incubadora, puedes probar a ponérselo, aunque te parezca débil aprenderás en poco tiempo.
- La ropita, aparte de estar bien limpia, debe ser de fácil uso, es decir, que no te cueste ponérsela o quitársela. Al tener una piel tan sensible, es posible que no todas las telas le vayan bien, por lo que es mejor que preguntes al pediatra sobre aquellas que son más adecuadas.
- Recuerda lavarte siempre muy bien las manos antes de cogerlo. Del mismo modo, la habitación donde esté debe encontrarse limpia y sin polvo.
- Los animales domésticos deben permanecer lejos del bebé. De esta forma nos aseguramos el contagio de gérmenes.
- Evita los excesos de visitas: Ya sabemos que cuando llega un miembro nuevo a la familia es normal tener la casa llena de gente. Sin embargo, debemos advertir a nuestras visitas que si están resfriadas lo dejen para otro momento. Del mismo modo deberemos evitar que el niño pase de mano en mano.
Ten en cuenta que el bebé prematuro depende de nosotros. Por eso debemos seguir paso a paso todas las indicaciones de nuestro médico. Si está en casa significa que no necesita una incubadora, pero sí todo el cariño del mundo. ¡Enhorabuena papás!