No hay tregua en verano para el cuidado de la salud. En el caso de los niños, uno de los trastornos más comunes a los que están expuestos durante los meses de verano es la gripe que, a diferencia del invierno, es más difícil de reconocer porque sus síntomas son más leves. Las causas de la gripe veraniega son diversas, y entre ellas se incluyen los cambios bruscos de temperatura o el uso excesivo del aire acondicionado. Vamos a ver más detenidamente cuáles son los síntomas más frecuentes, las causas y remedios para mitigar las molestias.
Causas
Como hemos señalado antes, entre las causas principales de la gripe de verano está el cambio de temperatura debido sobre todo a la utilización de aparatos de aire acondicionado, especialmente cuando la diferencia entre la temperatura interior y exterior es demasiado alta. También el uso excesivo del aire acondicionado, tanto de día y noche, sin interrupción, puede contribuir a la aparición de la gripe en los niños. Lo mismo sucede con el aire acondicionado del coche.
De igual manera, hay que evitar exponer a los niños al humo del tabaco, sobre todo en el interior de vehículos, ya que el humo debilita su sistema inmunológico. Esto se traduce en una mayor dificultad para purificar el aire que respiramos. Incluso las variaciones climáticas pueden afectar a la aparición de la gripe, cambios que ocurren a menudo cuando se viaja.
Síntomas
Uno de los síntomas característicos de la gripe de verano es la tos seca. Sin una adecuada hidratación de las vías respiratorias, las bacterias y virus se instalan más fácilmente. Otros síntomas que pueden aparecer son un poco de fiebre y dolor de garganta. El principal problema radica en que a menudo se subestiman las gripes de verano, lo que puede hacer que los síntomas empeoren y derivan, por ejemplo, en trastornos como bronquitis o neumonía. La gripe de verano en los niños también causa fatiga y pérdida de apetito.
Remedios y prevención
Los remedios de la gripe de verano son diferentes dependiendo de las causas:
- Si estas vacaciones habéis elegido para viajar con los niños un destino lejano, no olvides llevar en la maleta prendas acordes con el tiempo y también para posibles cambios bruscos de temperatura.
- Otra recomendación es usar con moderación el aire acondicionado, tanto en el hogar como en el coche. Y si se viaja en avión o en tren es muy importante llevar una prenda de abrigo para proteger a los niños contra el frío, ya que, por lo general, las temperaturas del aire acondicionado son muy bajas y no se pueden ajustar a voluntad.
- Otro aspecto a tener en cuenta cuando se utiliza el transporte público, es el aumento de la posibilidad de entrar en contacto con personas con gérmenes y bacterias.
- Es muy importante administrar a los niños agua en cantidad, a fin de facilitar la hidratación y la reposición de sales minerales y del líquido que se pierde con la sudoración. La hidratación no debe ser infravalorada en verano debido a las altas temperaturas.
- Apoye al niño con la cabeza entre dos almohadas, con el fin de ayudar a respirar mejor.
- En cuanto a la alimentación, es importante que coman, pero sin forzar. Es mejor ofrecerles comida ligera con muchas vitaminas e hidratos de carbono, mientras que hay que reducir el aporte de proteínas y grasas.
- Si sube la fiebre y supera los 38 grados es mejor ponerse en contacto inmediatamente con su pediatra o con urgencias, para evaluar la situación y administrar fármacos.
- Si hay moco, esto debe ser expulsado. Podemos utilizar la solución salina que se inserta en la nariz, con el fin de disolver el exceso de mucosidad. Si hay dolor de cabeza, aplicar un paño frío en la frente es un gran remedio natural. Presiona suavemente sobre la zona afectada durante unos minutos.
- Otros remedios naturales recomendados para contrarrestar la gripe de verano son la miel y el propóleo. Pero tenga cuidado, no pueden administrarse a niños menores de un año de edad.
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