Hay situaciones en la que los bebés suelen pasar malos momentos, como puede ser cuando le están saliendo los dientes. Para aliviar su dolor sin tener que acudir a medicinas convencionales, muchas madres optamos por recurrir a los productos homeopáticos. Sin embargo, la FDA ha alertado en los últimos días que es un grave error, y es que el uso de productos homeopáticos en bebés puede tener graves consecuencias.
Precaución extrema con productos homeopáticos en bebés
¿Qué es la homeopatía?
La homeopatía es un sistema de medicina alternativa, la cual promulga el uso de remedios naturales para no introducir químicos creados por el artificialmente en el cuerpo humano, los cuales pueden derivar en problemas de salud a largo plazo. Por lo general, muchos de ellos se venden en farmacias.
¿A qué se debe la alerta?
La Food and Drug Administration (FDA) se encarga de regular tanto los alimentos como los productos cosméticos, médicos y biológicos en EEUU. Hace pocos días ha lanzado un comunicado en el que se alerta a personas de todo el mundo sobre el uso de productos homeopáticos, los cuales no son tan inofensivos como se cree, ya que son vendidos libremente sin haber sido aprobados por la FDA y, por lo tanto, sin haber pasado los rigurosos exámenes de calidad y seguridad.
En concreto, la alerta va dirigida al uso de geles y tabletas homeopáticas de Hyland, las cuales son utilizadas durante el período en el que les salen los dientes. “Las tabletas de dentición de Hyland contienen cantidades inconsistentes de belladona, una sustancia que puede causar graves daños en dosis altas”. Además, han afirmado que “los consumidores deben buscar atención médica de inmediato si su bebé presenta constipación, convulsiones, dificultad para respirar, dificultad para orinar o agitación”.
En definitiva, se ha recomendado evitar los productos homeopáticos lo máximo posible, especialmente los relacionados con la dentición. Si los estabas utilizando, lo mejor es que dejes de suministrárselos inmediatamente y, en caso de duda, que acudas a la consulta del médico de cabecera para que realice un chequeo completo a tu bebé y te asegure que todo va bien. ¡Más vale prevenir que curar!
