¿El estrés también puede condicionar la vida de los niños? La respuesta es afirmativa. El estrés no conoce edad y puede afectar tanto a los adultos como a los niños. De hecho, diferentes estudios han venido alertando en los últimos años de un incremento de los casos de estrés y ansiedad en los más pequeños. ¿Por qué se estresan los más pequeños de la casa? Por múltiples factores, al igual que los adultos, y que van desde la relación en la escuela con sus compañeros, los malentendidos con los padres, el estrés de los adultos que se vierte sobre ellos y las muchas actividades diarias en las que están involucrados. Pero, ¿cuáles son los síntomas que delatan el estrés en los niños? ¿Cómo evitarlo?
Síntomas de estrés en niños
El estrés infantil es similar al que afecta a los adultos. Incluso los síntomas son parecidos, como una mayor irritabilidad y nerviosismo. No hay que subestimar el estrés porque puede incluso delatar otros trastornos, por ejemplo los trastornos de alimentación como la bulimia nerviosa. Otro síntoma común son los dolores de cabeza frecuentes. Los signos físicos de estrés infantil pueden ser el dolor de barriga injustificado, trastornos del sueño, los tics nerviosos, los ataques de pánico y ataques de asma o vómitos. Algunos niños pueden manifestar una actitud desinteresada en la realización de las actividades diarias, tales como las tareas escolares o la práctica de su deporte favorito. Padres y maestros deben estar atentos a los síntomas que pueden esconder un problema de estrés.
Riesgos del estrés en los niños
Son varios los riesgos a tener en cuenta del estrés que sufren muchos menores hoy en día. El estrés afecta a la salud y al comportamiento de los más pequeños de la casa. Nerviosismo, inseguridades, dificultades a la hora de hacer los deberes y otras tareas cotidianas…Que se manifiestan en alteraciones del sueño y malestar físico. A todos ellos hay que añadir los problemas dentales; según la doctora María Moya, de la clínica Ortofamily, los problemas en los dientes de los niños es otra de las señales que nos indica que algo no va bien: «El estado de ansiedad aumenta la acidez de la saliva atacando al esmalte de los dientes, la capa natural que los protege», afirma la doctora. Y añade: «La presión social y académica impone sobre los más pequeños un nivel de estrés que puede afectar de forma severa a su salud bucodental. Hay que recordar que se trata de un sistema inmune que está aún en formación». ¿Cómo solucionar entonces las situaciones que originan estrés a los niños?
Cómo evitar el estrés a los más pequeños
¿Qué hacer para ayudar a los niños con problemas de estrés o de ansiedad? En primer lugar, se aconseja a los padres, hablar sin levantar la voz con el niño para saber cuáles son las causas que están detrás de los episodios de estrés y los síntomas que lleve asociados en cada caso. Si, por ejemplo, la ansiedad se debe a demasiadas actividades diarias, hay que tratar de sobrecargar menos al menor; una actividad extracurricular que requiere su presencia de dos o, como máximo, tres veces a la semana es más que suficiente. Los niños también necesitan disponer de tiempo para jugar o estar simplemente con sus amigos. A su vez, los expertos recomiendan que no es bueno que los niños menores de 6 años tengan actividad extra escolar alguna, y advierten además del riesgo de sobrecargar a los menores de deberes y tareas escolares.
Por otra parte, los retos y expectativas deben ser acordes a su edad y a sus aptitudes (cada uno de nosotros es mejor en unas determinadas áreas o materias) y sobre todo como padres debemos evitar hacer comparaciones con sus hermanos y hermanas. Es importante también que el niño duerma suficientes horas (diez es el número recomendado) y para cumplir con las actividades extracurriculares debemos dejar que sea el niño quien elija las que quiere realizar, de esta forma se sentirá motivado.
Combatir el estrés debe ser una prioridad de toda la familia. Una herramienta para lograrlo es el yoga. Una actividad idónea para practicar en familia que se puede hacer en casa. Según la profesora de yoga especialista en sesiones infantiles Martha Tena, «para los niños es un juego en el que, mientras se divierten, fortalecen el cuerpo, ganan flexibilidad y aprenden a centrar la atención en el presente».
Y algo muy importante. Si los niños perciben el estrés y el nerviosismo de los padres (ya sea por exceso de carga laboral o por conflictos familiares) tienden a repetir los mismos comportamientos. En otras palabras, hay que evitar que el estrés condicione nuestra vida como padres para evitar que influya directamente en la de nuestros hijos.
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