Estrés en la adolescencia: conoce las consecuencias. Muchas veces pensamos que solamente los adultos somos los que sufrimos de estrés y de nerviosismo, pero lo cierto es que nadie está exento y mucho menos los jóvenes en su edad adolescente. No hay que quitarle importancia a este hecho ya que las consecuencias pueden repercutir en multitud de aspectos y pueden marcarlo definitivamente para el resto de su vida. No hay que despreocuparse de este hecho y hay que estar atentos a las alarmas y los indicios. Conoce algo más sobre este problema y cómo darte cuenta de si tu hijo está pasando por uno de estos episodios. Después de esto: ¡ponle solución!
De acuerdo a diferentes estudios realizados por psicólogos de prestigiosas facultades y organizaciones, el momento de nuestras vidas donde más estrés acumulamos es la adolescencia. Este momento es clave en la vida de toda persona ya que supone un paso muy grande el dejar de ser niño para pasar a tener responsabilidades y vivir momentos propios de una persona adulta pero sin el conocimiento de cómo afrontar estas situaciones como por ejemplo los primeros encuentros sentimentales.
¿Por qué es importante conocer los síntomas y hablar con tu hijo? En ocasiones no se le da al estrés la importancia que merece. Si algo está claro es que todo el mundo sufre estrés en algún momento de su vida y la mayoría de las ocasiones no le damos importancia ya que sabemos cómo paliar la situación. La importancia de que esto ocurra en los jóvenes radica en que si no se frena a tiempo puede llegar a derivar en problemas mucho más serios, como la depresión o la ansiedad, o problemas y trastornos alimenticios que marcarán su vida para siempre debido a que no disponen de la capacidad de gestionarlo como los adultos.
Muchos son los motivos por lo que un adolescente puede sufrir estrés. Una de las principales es la presión que se ejerce por parte de los padres y de la sociedad a cumplir determinadas expectativas. Por este motivo, aproximadamente el 66% de los jóvenes sufre algún síntoma de estrés al menos durante un día a la semana. Sin embargo no es la única causa. Otros motivos son:
- Las amistades de las que se rodea.
- Problemas en el colegio, instituto o problemas familiares.
- Cambios debidos al momento de su vida en el que se encuentran: la pubertad.
- Fracasos académicos o exigencias límites derivadas del mismo.
- La muerte o enfermedad de un ser querido.
Para poder ayudarle es necesario saber qué le pasa. Cuando los adolescentes viven momentos de estrés los síntomas suelen ser siempre los mismos:
- Cambio en su conducta: enfados repentinos, irritabilidad.
- Insomnia.
- Dificultad para respirar adecuadamente, falta de aire e imposibilidad de respirar hondo.
- Pesimismo constante y auto-crítica.
Estos son algunos de los problemas que experimenta el joven cuando se encuentra en esta situación. Una vez que conocemos los síntomas, hay que ayudar al adolescente. ¿cómo? Sin duda alguna, lo más importante de todo es la comunicación y que sea él mismo quien nos diga qué le ocurre y porqué se encuentra en esa situación.
Una vez que conocemos que le ocurre, ¡ayudarle para resolverlo!. Ayúdale a encauzar el problema, por ejemplo: si fuera con los estudios establece con él un plan de trabajo, ayudarle con los deberes o buscar ayuda externa (clases particulares, academias…). Pide ayuda a la orientadora del instituto, a su tutora (importante mantener relación con el profesorado). Apuntale a hacer deporte, eso le motivará. Pero sin duda alguna lo más importante que puedes hacer por el adolescente es: motivarle y darle tu apoyo.