Cuando un bebé llora es porque se está expresando y reclama tu atención, ¿pero es necesario acudir siempre en su ayuda?
Muchas personas creen que dejar llorar a un bebé les hará “más fuertes” o les servirá, cuando son más mayores, para aprender que no ganan nada con sus llantos. Pero nada más lejos de la realidad. Si llora es porque necesita tu atención, y dejarle solo puede traer consecuencias para su desarrollo emocional y su comportamiento a futuro.
Hay que dejar a un lado todos aquellos mitos sobre el hecho de que dejar llorar a un bebé es bueno, porque podrían convertirse en niños malcriados. ¡Chorradas! Nunca hay que dejarle solo y siempre debes atenderle.
¿Por qué hay que atender siempre a un bebé cuando llora?
Según la Teoría del Apego, del psiquiatra John Bowlby, dejar que un bebé llore ser perjudicial tanto para su salud, como para el apego que tendrá con sus familiares. Si un niño empieza a llorar y no le atendemos, seguramente se sentirá desprotegido, por lo que su desarrollo emocional empeorará.
Sí, dejar llorar a un bebé es malo. No, de ninguna manera se volverá un niño malcriado o caprichoso si le atiendes inmediatamente cuando esté llorando. Si un adulto te pide ayuda, se la ofreces, ¿no? Pues cuando un bebé llora es porque necesita ayuda y tienes que dársela. Durante el llanto, los niveles de la hormona del estrés, que se llama cortisol, aumentan, y si hacemos caso omiso de sus lamentos, sus niveles de ansiedad crecerán considerablemente, lo que podría derivar en problemas mayores al bebé. Si un niño crece sin esa ayuda, el apego con sus cuidadores será menor y generará inseguridad en el pequeño, que podría llegar a sentirse solo, desencadenando un incremento en su agresividad, rabietas o incluso déficit de atención.
Asimismo, seguro que más de una vez has escuchado aquello de que dejar llorar a un bebé en la cuna es lo mejor para que aprenda a dormir solo, puesto que así, en teoría, no se acostumbra a que le duerman sus papás. Sin embargo, esta acción puede ser totalmente contraproducente, ya que podrían sentirse solos, aumentando así su frustración. Es más, puede acarrear problemas en el sueño del bebé.
Y de cara al futuro, existe la posibilidad de que sufra ansiedad, depresión e incluso muy baja autoestima. Por tanto, si un pequeño llora, lo primero que debes hacer es atenderle. Después, hay que ver qué está provocando ese llanto, calmarle y ser muy paciente. Es necesario estar siempre a su lado y no dejarle nunca solo, porque, como has visto, puede ser contraproducente.