Calmar al bebé es el principal beneficio de la práctica de envolver al bebé o Swaddling (en inglés). Una técnica que, con una manta o sábana, aporta calor, seguridad y comodidad al recién nacido. De hecho, no es una técnica novedosa, ya que se han encontrado datos que permiten apuntar que ya se utilizaba hace varios siglos.
Envolver al bebé con una manta permite recrear la sensación de tranquilidad que tenía en el vientre materno. Es una técnica recomendable para calmar el llanto y para aliviar las molestias de los cólicos de los recién nacidos. No se trata de envolver al bebé para dormir toda la noche, sino durante un rato antes de llevarlo a la cuna para ayudarle a conciliar el sueño. Lógicamente, antes de envolver al bebé para dormir conviene aprender a hacerlo con seguridad.
Cómo envolver bien a un bebé
- Envolver al bebé después de que haya comido y con el pañal limpio.
- La manta hay que ceñirla suavemente al cuerpo, sin apretar, especialmente en la zona de las piernas y los brazos dejando la manta holgada para que se pueda mover.
- Colocar al bebé siempre boca arriba, nunca de espaldas.
- No abrigar al bebé demasiado (una manta ligera de algodón es suficiente).
¿Hasta cuándo envolver al bebé?
Siguiendo la recomendacion de los pediatras, se puede envolver al bebé hasta los 2-3 meses, ya que a partir de esta edad tiende a moverse más y podría, por ejemplo, voltearse mientras está tumbado boca arriba.
Pasos para envolver al bebé
- Paso 1: Extendemos la manta de bebé en forma de rombo y doblamos la parte superior hacia dentro formando un triángulo. Colocar al bebé en el centro del área doblada con la cabeza justo encima de la doblez de la manta. Comprueba que los hombros del bebé quedan justo debajo de la doblez.
- Paso 2: Colocar el brazo del derecho del bebé, con el codo ligeramente doblado sobre el cuerpo. Cogemos el lado izquierdo d ela manta y la cruzamos sobre el pecho del bebé. Comprueba que el brazo queda seguro debajo del tejido. Doblamos el borde de la manta debajo del cuerpo del bebé.
- Paso 3: Doblamos la parte de abajo de la manta hacia arriba sobre los pies del bebé.
- Paso 4: Por último, colocamos el brazo izquierdo del bebé con el codo doblado ligeramente sobre el cuerpo. Cogemos la parte derecha de la manta y la cruzamos sobre el pecho del bebé. Recoge lo que sobra de tejido debajo del bebé para asegurar la manta.
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