Muchas mujeres pierden peso tras el parto más aún si van a dar el pecho a su bebé, no obstante, algunas de ellas en lugar de perder peso lo ganan durante todo el tiempo que están dando de mamar a sus pequeños; hablamos de las causas que llevan a engordar en la lactancia y te contamos qué puedes hacer al respecto.
Por qué se gana peso durante la lactancia
El cansancio
Dar el pecho a demanda a tu bebé es algo maravilloso y a la vez duro puesto que las horas sin dormir y el cansancio pasan factura; tenemos pues que hay mujeres que durante la lactancia pierden peso por la quema de calorías y otras que en lugar de perderlo lo ganan, esto es debido principalmente a que el cansancio hace mella y son muchas horas sin dormir por lo que tu cuerpo necesita un extra de energía y si vez de dárselo con comida equilibrada se lo das con azúcar, pre cocinados o «comida basura», puede hacer que engordes más de la cuenta.
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Retención de líquidos
Por otro lado, durante la lactancia se retienen líquidos sobre todo la zona de los muslos y el abdomen, lo que da lugar a que ganes peso en vez de perderlo. Con el paso del tiempo esto se irá solucionando por sí solo. Recuerda mantenerte siempre bien hidratada y no saltarte ninguna comida, de tu correcta alimentación depende la de tu bebé.
Desequilibrio en la tiroides
Tras del parto, poco a poco todo vuelve a su sitio, sin embargo, los cambios hormonales todavía están bien presentes siendo el más común de ellos la inflamación de la tiroides. El hipotiroidismo se traduce en un aumento de peso durante la lactancia sino se trata adecuadamente.
Qué hacer si estás ganando más peso durante la lactancia
¿Qué hacer entonces si estás ganando más peso durante la lactancia? Para empezar debes relativizar y darle la importancia que se merece, no es el plan perfecto de nadie engordar después de haber pasado 9 meses de embarazo, pero eso no quiere decir que tengas que agobiarte ni preocuparte en exceso.
La primera norma es qué NO debes hacer: no debes tomar ninguna pastilla adelgazante ya sea de farmacia o de herbolario, durante la lactancia cualquier cosa que te tomes debe ser supervisada por el doctor, recuerda que lo que tomes tú lo toma tu hijo.
Un poco de ejercicio
La mejor solución, como ya te puedes imaginar, pasa por hacer un poco de ejercicio y comer de forma sana.
En cuanto al ejercicio, lo más recomendable es hacer un poco de cardio dos o tres veces a la semana siempre que tus horarios te lo permitan, con unos 40 minutos cada vez será más que suficiente, si ves que estás cansada para y luego sigue; se trata de ir perdiendo peso poco a poco.
Por otro lado, puedes apuntarte a algún deporte que te guste, natación, pilates, yoga… Si haces deporte con motivación, los resultados serán mucho mejores.
Sigue una sana alimentación
En lo que a la alimentación se refiere, puede que estés pensando que lo último que te apetece ahora es ponerte a dieta, no se trata de eso, la idea es que hagas cinco comidas al día para no llegar a la principal con mucha hambre y que evites en la medida de lo posible el azúcar, los pre-cocinados, las grasas saturadas y toda aquella comida con un extra de calorías que te da una falsa sensación de energía y que lo único que hace es que engordes.
Un capricho de vez en cuando está permitido, ¿te apetece una taza de café y un trozo de rico bizcocho? Adelante, tan solo no te olvides que la clave está en no tomar estos caprichos a diario.
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