Embarazo: manchas en la piel

Embarazo: manchas en la piel. Durante la etapa de gestación a muchas mujeres les aparecen unas manchas oscuras en la piel del rostro, que es lo que comúnmente se conoce como paño o máscara del embarazo. El cambio de pigmentación de la piel se produce sobre todo en la frente y en las mejillas a partir del tercer mes de embarazo que es cuando los niveles hormonales de pigmentación aumentan. Normalmente, las manchas no son molestas porque no producen picores ni duelen, sin embargo, suelen resultar bastante antiestéticas.
Las manchas en el rostro durante el embarazo no es una característica común, ya que no todas las mujeres las sufren. El paño, denominado por los especialistas como melasma o cloasma, aparece a partir del segundo trimestre y suele intensificarse a medida que el embarazo se va desarrollando mes a mes.
 
Los cambios hormonales que se sufren durante el embarazo aumentan la producción de melanina y ésta es la causa de las manchas que aparecen principalmente en mejillas, frente, nariz y alrededor del labio superior; aunque también pueden brotar en otras zonas del cuerpo expuestas al sol como los antebrazos.
 
Para prevenir las manchas o que éstas no se intensifiquen:

• Utiliza cremas para la cara que sean suaves.
• Evita la exposición al sol y date un protector solar fuerte, sobre todo, en la cara cuando vayas a todas las mañanas.
• No uses productos o cremas que blanqueen la piel. Lo más conveniente es esperar hasta que el bebé nazca, para ver si la piel recupera su tono normal.

Lo normal es que el paño desaparezca gradualmente después del parto y las zonas de la piel que se oscurecieron recuperen su color normal. Para acelerar el proceso de eliminación de las manchas, continúa aplicándote un protector solar y evitando la exposición al sol después de que el bebé nazca.
 
Sin embargo, en muchas mujeres esta pigmentación de la piel no desaparece tras el nacimiento del bebé y es necesario eliminarlas con algún tratamiento más específico. Si es tu caso, lo mejor será consultar con tu médico o dermatólogo cuál es el tratamiento más apropiado para ti.