El embarazo ectópico o extrauterino es el que se produce cuando el óvulo se implanta fuera de la cavidad uterina, generalmente en las trompas de Falopio (embarazo tubárico) y, en menor medida, en el ovario, abdomen o en el cuello del útero. Aunque la incidencia de los embarazos ectópicos es baja, si no se detecta a tiempo puede poner en serio riesgo la salud de la mujer.
El embarazo ectópico puede provocar un aborto espontáneo, pero también la ruptura de la trompa de Falopio y un grave riesgo de hemorragia. Tan importante como conocer las causas que están detrás del embarazado ectópico, es poder identificar los síntomas que nos pueden hacer sospechar de que algo no va bien. Salvo posibles lesiones, un embarazo ectópico no afecta a la fertilidad ni a futuras gestaciones, respetando los plazos para que el cuerpo de la mujer se reponga.
Entre los factores de riesgo de un embarazo ectópico se incluyen:
Las mujeres que han sufrido un embarazo ectópico tienen más riesgos de que se repita, al igual que aquellas que se han sometido previamente a una ligadura de trompas. Recurrir a la fecundación in vitro para quedarse embarazada no aumenta el riesgo, lo que suele suceder es que las mujeres que se someten a este tratamiento de fertilidad pueden tener algún problema previo en las trompas.
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